El presidente de Automobile Barcelona, Enrique Lacalle, pide a las administraciones públicas “claridad” sobre el futuro de los vehículos de combustión en España, así como un nuevo plan de ayudas que permita renovar el “viejo” parque automovilístico actual.
España es el segundo fabricante de coches de Europa, por detrás de Alemania, y responsable de cerca del 3 % de la producción mundial, el sector emplea al 9 % de la población activa y da trabajo a más de 400.000 personas en la industria auxiliar.
El presidente del Salón Internacional del Automóvil de Barcelona ha afirmado en una entrevista que el sector vive un momento dulce, tras cerrar 2018 con un incremento de las matriculaciones del 7 %, pero alerta que mantener esta tendencia positiva dependerá en buena medida de que las instituciones disipen la actual incertidumbre y clarifiquen qué va a pasar en el futuro con los vehículos de combustión y, en especial, con el diesel. Además ha añadido que el sector de la automoción en España representa el 10 % de su Producto Interior Bruto (PIB), por lo que resulta necesario, “cuidarlo, mimarlo y ayudarlo” y pide que las instituciones clarifiquen qué va a pasar en el futuro con los vehículos de combustión.
Informaciones que anuncian prohibir a partir de 2040 la matriculación y venta de coches que utilicen combustibles que emitan CO2 (diesel y gasolina, híbridos y butano), así como a los planes de algunas comunidades, como Baleares, de prohibir la circulación de vehículos diesel a partir de 2025, generan una gran preocupación entre los fabricantes de automóviles, así como confusión a los consumidores, que están “absolutamente desorientados” y “no saben qué coche comprar”.
Enrique Lacalle ha afirmando que los mensajes de las administraciones públicas en relación con el diesel “demonizan” este combustible.