Andorra, país de automovilismo de montaña

Andorra la Vella, 8 de junio de 2020.- La cancelación ya hace unas semanas de la que habría sido tercera edición de la Pujada a Arinsal, medida adoptada principalmente por la incertidumbre alrededor de los campeonatos automovilísticos de montaña de Francia para los cuales la carrera puntúa, deja a Andorra esta temporada sin pruebas de esta especialidad. La carrera estaba previsto hacerla el próximo fin de semana, 13 y 14 de junio de 2020, pero se ha aplazado hasta el 2021.

Si bien en Andorra la pandemia de la Covid-19 ya está superada, no pasa lo mismo en Francia, lo cual, teniendo en cuenta que el grueso de participantes proviene de aquel país, no hace viable la celebración de la carrera y menos cuando las competiciones de montaña en el estado francés todavía no han empezado esta temporada. Por eso es bueno recordar que pese a la ausencia de la competición de Arinsal, ésta carrera volverá con fuerza el 2021.

 

Las carreras de montaña, genuinamente andorranas
Después de que en 2009 se disputara la última carrera andorrana de velocidad pura en montaña, en el Coll de Ordino, ACA Esport, división deportiva del Automòbil Club d’Andorra, se propuso hacer regresar esta especialidad genuinamente andorrana al país, hecho que sucedió en 2015 con la organización de la Pujada Ordino-Arcalís, puntuable para los campeonatos de España y de Catalunya, paso previo para entrar a formar parte del Campeonato de Francia, hecho que tuvo lugar un año más tarde, en 2016, y que continúa a día de hoy con la Pujada a Arinsal. Pero la vuelta de la competición internacional de montaña a Andorra no es un hecho puntual, el principado cuenta con una historia muy importante, surcada por las diversas ediciones que el Campeonato de Europa visitó el país.

El camino de Andorra en este tipo de competición ha vivido grandes páginas, actualmente reeditadas. Casi todas las carreteras del país han servido en algún momento de su historia para cronometrar carreras de automóviles, en rallyes o en competiciones de montaña: EngolastersLa MassanaLa ComellaErts-PalColl de la GallinaPratsEls Cortals d’EncampLa RabassaAnyós-L’AldosaAixovall-BixessarriFontaneda-Coll de JouCanilloOrdinoColl de la Botella y, en medio de todas ellas, una carrera emblemática que se funde en aquellos años 60 y 70 tan llenos de carreras en Andorra: la pujada al Port d’Envalira, una competición que se hacía a primeros de enero y de noche, lo cual garantizaba nieve en cantidad y toda la magia de la oscuridad para ver evolucionar los coches en un tramo habitual en los rallyes de la época, conocido como Fra Miquel.


Gerard de la Casa (Subaru Impreza WRC), Arinsal 2019

Sea como fuere, aquella intensa actividad en la organización de cronometradas en montaña (se llegaron a hacer media docena por temporada) tuvo un importante referente el 12 de octubre de 1975, cuando se hizo la I Pujada Internacional d’Andorra, en la carretera de Pal al Coll de la Botella, casi un ensayo general de lo que vendría un año más tarde, con la que sería primera carrera puntuable para el Campeonato de Europa de la especialidad. Aquel año 1975 la subida la ganó todo un doble Campeón de Europa, el francés Jimmy Mieusset (March 742-BMW F-2), seguido de Roger Rivoire (Chevron B25-Ford F-2) y de Eugenio Baturone (Brabham BT40-Ford F-2), primer español. En el cuarto lugar se clasificó Miquel Brunells (Lola T290-Ford), a quién siguieron los dos primeros andorranos: Joan Vinyes Casanovas (Martini Mk12-Seat F-1800) y Joan Aleix (Porsche Carrera RS).

Un año más tarde, el 29 de agosto de 1976 se disputó la II Pujada Internacional d’Andorra-Coll de la Botella, ya puntuable para el Campeonato de Europa. La competición fue dominada por la gran figura europea del momento, el italiano Mauro Nesti (Lola T294-BMW), después de un fin de semana de lluvias que hicieron muy difícil la carrera. El Campeón de Europa superó en el podio a Marc Montmayeur Pierre Maublanc, los dos con March 762-BMW F-2. Los seis primeros lugares fueron ocupados por los mejores especialistas europeos quedando 7º el primer español, nuevamente Eugenio Baturone (Brabham BT40-Ford F-2), mientras que el primer andorrano (10º absoluto) fue Antoni Puigdellívol (Lola T294-Chrysler Roc).

 

En 1977 el europeo de montaña vino a Andorra acompañado otra vez de una gran y cualificada inscripción y también de una intensa lluvia. En la III Pujada Internacional d’Andorra-Coll de la Botella, que se corrió el 31 de julio, conseguía la segunda victoria consecutiva Mauro Nesti (Lola T296-BMW), justo por delante de Eugenio Baturone (Brabham BT40-Ford F-2) y Marc Montmayeur (March 762-BMW F-2). El alemán Rolf Göring (Porsche Carrera RSR) era cuarto y primero entre los no monoplazas, siendo Carles Santacreu (Porsche Carrera RS) el mejor piloto de casa aunque en 17º lugar.

Fueron tres años intensos, con un espectáculo de lo más vistoso y con pilotos y máquinas de primer nivel, pero el campeonato europeo de carreras de montaña tendría que esperar más de quince años para volver a ser visto en el principado. Fue el 30 de mayo de 1993 cuando el máximo espectáculo de las carreras de montaña volvería con la III Pujada Internacional Valls d’Andorra-Canillo (se cambió de lugar y, también, se volvieron a numerar las ediciones). Una nueva generación de pilotos acudió a la gran cita y con un número elevado tanto en cantidad (más de 100 participantes) como en calidad (casi 25 barquetas y monoplazas). El vasco Andrés Vilariño (Lola T298-BMW), en aquel momento campeón europeo en título, consiguió una gran victoria, con el francés Bernard Chambérod (Toj SC206-BMW) segundo y el alemán Horst Fendrich (Martini Mk69-BMW F-2), tercero. Cuarto, a poco más de medio segundo del podio, el andorrano Joan Vinyes Dabad (Osella PA9-BMW).

  

La IV Pujada Internacional Valls d’Andorra-Canillo del Campeonato de Europa se hizo el 5 de junio de 1994 y resultó ganador el alemán Horst Fendrich (Martini Mk69-BMW F-2), seguido del navarro (nacido en México) Pantxo Egozkue (Osella PA9-BMW), que a final de año se proclamaría Campeón de Europa (último piloto español en conseguirlo) y de España, y en tercer lugar del primer local, Joan Vinyes Dabad (Osella PA9-BMW). Tras este año volverían a desaparecer las grandes carreras de montaña del principado, pero no la actividad competitiva, aunque con pruebas de puntuabilidad catalana y andorrana que aun así reunieron espléndidas inscripciones.

Todos los grandes pilotos andorranos han destacado en las carreras de montaña, en especial la familia Joan Vinyes (padre e hijo), pilotos que consiguieron importantes resultados en esta especialidad, pero también Gerard de la Casa, Antoni Puigdellívol, los hermanos Ramon y Josep March, Nati Dabad, Carles Santacreu, Claude Darné, Isidre Garriga, Joan Aleix, Joan Montes, Bonaventura Riberaygua y sus hijos Turi y Toni, Carles Puig y un largo etcétera, entre los que también se pueden mencionar apellidos importantes como Arajol, Micó, Cerqueda, Casal, Mas, Recasens, etc.

  
Los Vinyes-Dabad, una familia que ha marcado historia en la competición. A la izquierda Joan Vinyes Casanovas (Martini Mk12 F1800) y a la derecha Joan Vinyes Dabad (Osella PA9-BMW). En la foto del centro, padre e hijo con la madre, Nati Dabad, en la Pujada Internacional d’Andorra-Coll de la Botella de 1976 (Jordi Brú)

Ordino-Arcalis, Arinsal
Con la disputa en 2015 de la primera edición de la Pujada Ordino-Arcalís, la montaña volvió a Andorra con puntuabilidad para los Campeonatos de España y de Catalunya de la especialidad, iniciándose la tercera gran época de la montaña en el país y con los mejores pilotos y máquinas de España, Catalunya y Andorra. El objetivo en todo caso era la puntuabilidad para el Campeonato de Francia, que se consiguió un año más tarde, en 2016, junto con la de los anteriores campeonatos citados. Todo esto hace que los rápidos y bien armados pilotos franceses sean desde aquel año los grandes dominadores de la carrera andorrana, que desde 2018 ha tenido como marco la Pujada a Arinsal.

En estos cinco años de montaña de nueva generación, las tres carreras de Ordino-Arcalís han sido ganadas en la clasificación absoluta por Javier Villa (BRC B-49/2015), David Guillaumard (Dallara F309-Mercedes/2016) y Dimitri Pereira (Norma M20F/2017). Las dos subidas a Arinsal disputadas hasta este año, las de 2018 y 2019, fueron dominadas por Jérémy Debels (Osella PA21S-BMW). Una vez superada la pausa obligada de 2020 por la pandemia mundial, será el momento que en 2021 vuelva con fuerza una nueva edición de la Pujada a Arinsal, que se disputará sobre el selectivo trazado de la carretera CS-520 a la estación de esquí Vallnord Pal-Arinsal, con el apoyo de esta estación y del Comú de La Massana.

  
Joan Aleix (Porsche Carrera RS), 1976 • Josep March, Gil Torres (presidente ACA) y Antoni Puigdellívol, 1970 • Ramon March (BMW 2002 Ti), 1975

El automovilismo sigue su camino
Las otras dos competiciones de carretera programadas por ACA Esport en 2020 siguen su camino y la previsión es que se celebren sin problemas en sus fechas ya anunciadas, en el caso del Ral·li d’Andorra Històric los días 26 y 27 de septiembre y en el del Andorra Winter Rally el domingo 20 de diciembre. Las dos pruebas están reservadas para coches clásicos e históricos, todos en la modalidad de regularidad y en carretera cerrada.

Para mayor información: www.pujadaandorra.com

Edición: JAS Info Service
Fotografías de libre uso: Josep Maria Montaner, Pere Nubiola, Jordi Brú, Ignacio Par, Francesc Pino, Jordi Viñals, José Luis Cortijos y Archivos ACA y JAS Info Service

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