El proyecto europeo Grapevine ayudará a digitalizar el sector agroalimentario aragonés

Mejorar la sostenibilidad de los cultivos vitivinícolas optimizando la aplicación de tratamientos fitosanitarios para el control de plagas, mediante el uso de tecnologías de Internet de las Cosas (IoT), Big Data e Inteligencia Artificial es el objetivo del proyecto europeo Grapevine, coordinado por ATOS, que cuenta con socios griegos y españoles, entre los que se encuentra Universidad de Zaragoza, Sarga e ITAINNOVA.

El 16 de diciembre se realizó un seminario virtual en el que se presentaron los futuros interfaces de usuario del proyecto Grapevine a usuarios finales de la aplicación: técnicos agrónomos dependientes del Gobierno de Aragón y de instituciones privadas.

Julián Balduque, de la Universidad de Zaragoza, explicó en la presentación del proyecto que “se están utilizando tecnologías de Internet de las Cosas (IoT), Big Data e inteligencia artificial con las que se están creando modelos que permitan predecir el estado fenológico de la vid y el riesgo de incidencia de un conjunto de enfermedades comunes a las vides de todo el continente”. El objetivo, según dijo, es generar predicciones lo suficientemente precisas en un horizonte temporal de dos semanas de manera que los tratamientos produzcan los efectos deseados o evitar tratamientos innecesarios.

En la charla introductoria, Julio Prieto, ingeniero agrónomo que está trabajando en el proyecto con la Universidad de Zaragoza en el equipo de Juan Barriuso, resaltó la necesidad de aplicar las nuevas tecnologías para mejorar los modelos existentes de cara a anticipar la necesidad de aplicar tratamiento en añadas complicadas como la recién terminada.

Durante la misma, como destacó Prieto, “con unas precipitaciones similares a las de 2018, la incidencia de Mildiu y Ovidio han sido muy superiores a las normales en las denominaciones de origen aragonesas”. La razón –adelantó- ha sido un invierno con temperaturas no excesivamente bajas y, una primavera y una entrada de verano con precipitaciones elevadas, con temperaturas ligeramente altas pero, sobre todo, con ausencia de viento.

Según comentó, esto propició una humedad relativa en hoja elevada y, por lo tanto, unas condiciones propicias para el desarrollo de los hongos. “Cuando los modelos existentes suelen predecir bien en otras áreas españolas, no suelen hacerlo bien en las aragonesas porque no consideran la influencia del viento en el desarrollo de las enfermedades o, como ha ocurrido esta añada, la ausencia de heladas”, explicó. En base a esto, defendió la necesidad de utilizar todos los datos disponibles para generar modelos que se adapten mejora a las peculiaridades de cada parcela.

En la actualidad se están desarrollando dos tipos de modelos. Por una parte la Universidad de Zaragoza y la Universidad de Thesalonica (Grecia) están desarrollando modelos estadísticos para predecir los estado fenológicos y el riesgo de enfermedades. Joaquín Balduque presentó los que se están creando para predecir la evolución fenológica de la vid basada en el gradiente térmico calculado según la fórmula de Winkler.

Por su parte, Francisco José Lacueva, de ITAINNOVA, presentó los resultados preliminares de los primeros modelos que aplican Machine Learning. Frente a los de Universidad de Zaragoza, estos modelos consideran los datos climáticos crudos (temperatura, radiación, precipitación, humedad relativa, viento, etc.) y un gran número de índices derivados de los mismos considerando distintas combinaciones de parámetros en su cálculo. ITAINNOVA está haciendo uso de las capacidades de captura y procesado de datos disponibles en la actualidad para tratar de crear modelos más adaptables a la realidad de cada territorio.

Los modelos de ITAINNOVA se están creando, aprovechando las capacidades de cálculo de las instalaciones del Centro de Supercomputación de Galicia (CESGA), que es otro de los socios españoles del proyecto. CESGA está también a cargo del desarrollo de los interfaces que fueron mostrados en la última de las presentaciones realizadas. Durante la misma, realizada por Emilio Abad de CESGA, los asistentes al seminario web pudieron expresar sus opiniones sobre las funcionalidades presentadas y los datos utilizados y visualizados.

Para ello, se hizo uso de una herramienta interactiva que permitió, en el comienzo de la mesa redonda moderada por Rafael del Hoyo, de ITAINNOVA, presentar los resultados. Precisamente, éstos mostraban una gran aceptación del interfaz presentado, si bien, como era el objeto del seminario, los asistentes demandaron la inclusión o visualización de nuevos datos o modificar alguna de las funcionalidades como, por ejemplo, la localización de parcelas.

Además, la mayoría manifestó su predisposición a ceder datos con los que mejorar los modelos. Estas aportaciones serán utilizadas por SARGA, representada por Javier Sancho, para enriquecer el documento de requisitos cuya realización y actualización tienen encomendada en el proyecto.

Finalmente, durante la mesa redonda, a la pregunta de Emilio Betrán, del Centro de Sanidad y Certificación Vegetal del Gobierno de Aragón y miembro de Comité Asesor de Grapevine, en nombre del consorcio Grapevine, Francisco Landeira, de CESGA, manifestó que “hay un compromiso por parte del consorcio de mantener los desarrollos durante al menos los dos años posteriores a la conclusión del proyecto”.

Por su parte, Rafael del Hoyo, de ITAINNOVA, señaló que “la colaboración entre las cuatro instituciones públicas aragonesas en este proyecto se espera que sea sólo una parte de la estrategia para ayudar a digitalizar el sector agroalimentario aragonés”.

Grapevine (INEA/CEF/ICT/A2018/1837816) es un proyecto financiado por la UE.

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