En un emotivo debut en el Congreso de los Diputados, Jorge Pueyo, representante de Sumar, ha alzado su voz en aragonés para denunciar la «represión» y la «discriminación» que enfrentan aquellos que hablan esta lengua en España. El congresista ha aprovechado su turno para responder a las críticas recibidas por parte de Pepa Millán, portavoz de Vox, quien había cuestionado públicamente las quejas de Pueyo sobre la represión lingüística que supuestamente sufrió en la escuela.
Durante un debate sobre las enmiendas a la reforma del reglamento que permitiría el uso de lenguas cooficiales en el Congreso, Millán mencionó a Pueyo y le preguntó si creía que el Congreso estaba para apoyar a alguien que se quejaba de un profesor en la escuela. Estas palabras llevaron a Pueyo a solicitar su turno por alusiones y tomar la palabra en su lengua materna.
Pueyo afirmó que «es verdad que hemos tenido una represión lingüística» y criticó la falta de «respeto» que percibe en el hemiciclo. Expresó su descontento con la censura y represión a la que se ha enfrentado a lo largo de su vida por hablar en aragonés. Lamentó que no haya respeto por todas las lenguas y destacó que no existe una lengua común, sino muchas lenguas comunes.
La intervención de Pueyo en aragonés no se tradujo de manera simultánea por auriculares, ya que no se habían contratado intérpretes para esta lengua, pero las palabras del diputado se proyectaron en las pantallas del hemiciclo en forma de traducción escrita al castellano.
Este emotivo discurso destaca la importancia de la diversidad lingüística y la necesidad de respetar y preservar las lenguas minoritarias en España, como el aragonés, que forman parte integral de la identidad cultural de muchas comunidades.