La tarde del sábado en la Avenida Cesáreo Alierta de Zaragoza se vio alterada por un incidente causado por la conducción temeraria de un vehículo. Afortunadamente, el resultado fue solo un susto y un velador roto en el bar La Boquilla, ya que no había clientes en la terraza debido al calor. Sin embargo, los daños materiales fueron evidentes.
Un vehículo circulando a gran velocidad fue el protagonista del accidente, impactando contra la terraza del establecimiento y derribando uno de los postes del velador. A pesar de la imprudencia del conductor, no se reportaron heridos ni daños personales, gracias a la ausencia de clientes en la terraza en ese momento.
Además del velador roto, el vehículo también chocó contra otro coche que circulaba a su lado, aunque este segundo impacto no causó daños graves. La escena refleja los peligros de la conducción temeraria y resalta la importancia de la seguridad vial en áreas urbanas.
Aunque el incidente solo dejó daños materiales, sirve como recordatorio de los riesgos asociados con la conducción imprudente. La pronta intervención de las autoridades y la suerte de que no hubiera clientes en la terraza ayudaron a evitar consecuencias más graves. Es fundamental que todos los conductores respeten las normas de tráfico y conduzcan con responsabilidad para garantizar la seguridad de todos en las vías públicas.