El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, finalmente ha abandonado el Reino Unido tras su excarcelación y se dirige a Australia para reunirse con su familia.
Washington (EFE) – Julian Assange, el célebre fundador de WikiLeaks, ha dejado la prisión de alta seguridad de Belmarsh en el Reino Unido y se dirige a su país natal, Australia. Tras pasar 1.901 días recluido, Assange fue liberado el 24 de junio y ya ha abandonado territorio británico, según anunció el portal WikiLeaks en su cuenta de X.
En un mensaje difundido por la plataforma, WikiLeaks celebró la libertad de su fundador: “Julian Assange está libre. Dejó la prisión de máxima seguridad de Belmarsh la mañana del 24 de junio… pronto se reunirá con su esposa Stella Assange y sus hijos, que solo han conocido a su padre tras las rejas”. La publicación incluye un video donde se ve a Assange revisando unos papeles y subiendo a un avión.
La excarcelación de Assange fue posible gracias a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que pondrá fin a una prolongada saga judicial relacionada con la filtración de documentos clasificados. Assange, de 52 años, comparecerá el miércoles en un tribunal de las Islas Marianas para finalizar este acuerdo, el cual le permitirá regresar a Australia.
El apoyo de su familia y el agradecimiento a sus seguidores
Stella Assange, esposa del activista, y John Shipton, su padre, expresaron su agradecimiento a todos aquellos que apoyaron la causa de Assange durante estos años. Stella compartió su emoción en X: “Las palabras no pueden expresar nuestra inmensa gratitud hacia vosotros. Sí, vosotros quienes os habéis movilizado por años y años para hacer esto realidad. GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS”.
Por su parte, John Shipton reconoció el esfuerzo de los seguidores y el gobierno australiano: “Parece que Julian será libre de volver a Australia y mi agradecimiento y felicitación a todos sus seguidores… y por supuesto, al primer ministro (australiano), Anthony Albanese”.
Una larga lucha por la libertad de prensa
Julian Assange se enfrentaba a 18 cargos en Estados Unidos desde que en 2019 un gran jurado lo acusara formalmente por la filtración masiva de documentos en 2010. Entre estos documentos, se encontraban videos de tropas estadounidenses disparando a civiles en Irak y otras atrocidades cometidas en Afganistán, así como 250.000 cables diplomáticos que generaron tensiones a nivel mundial.
Además, en 2016, WikiLeaks publicó información que afectó la campaña presidencial de Hillary Clinton, revelando el apoyo del Partido Demócrata a su candidatura en detrimento de otros rivales.
Reacciones internacionales
La liberación de Assange ha sido recibida con alegría por diversas figuras políticas. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, felicitó al activista y lo invitó a visitar su país. “La prisión eterna de Assange y su tortura era un atentado contra la libertad de prensa a escala global”, escribió Petro en X. Asimismo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, destacó la importancia del caso para la libertad de expresión: “Cuando menos en este caso, la Estatua de la Libertad no quedó como un símbolo vacío; está viva y contenta como millones en el mundo”.
El camino hacia la libertad
El acuerdo que permitió la liberación de Assange incluye que se declarará culpable de un cargo menor relacionado con la obtención y difusión ilegal de información clasificada. Esta declaración se formalizará en una audiencia en las Islas Marianas, un territorio estadounidense en el Pacífico, seleccionado por su proximidad a Australia y la negativa de Assange a viajar al territorio continental de Estados Unidos.
Assange, quien ha cumplido una sentencia de 62 meses, equivalente al tiempo pasado en prisión, podrá finalmente reunirse con su familia y regresar a Australia, cerrando un capítulo crucial en la lucha por la libertad de prensa y la transparencia gubernamental.
Julian Assange ha dejado atrás la prisión en el Reino Unido y emprendido el regreso a su Australia natal, marcando el fin de una saga judicial que se prolongó por años. El fundador de WikiLeaks, conocido por sus revelaciones de documentos clasificados, fue liberado bajo fianza por el Tribunal Superior de Londres y rápidamente abordó un avión en el aeropuerto de Stansted.
Tras pasar más de cinco años en confinamiento, primero en la embajada de Ecuador y luego en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, Assange finalmente recupera su libertad. El acuerdo alcanzado con el Departamento de Justicia de Estados Unidos implica que Assange se declarará culpable de un solo cargo relacionado con la obtención y divulgación ilegal de información clasificada. Esta declaración se formalizará en un tribunal de las Islas Marianas, un territorio de Estados Unidos en el Pacífico, evitando así su traslado al territorio continental estadounidense.
Stella Assange, su esposa, ha sido una figura clave en la defensa de su libertad, liderando una campaña con el apoyo de organizaciones defensoras de la libertad de prensa y personalidades públicas. La expectativa es que Assange, de 52 años, pueda reunirse pronto con su familia en Australia, donde comenzará una nueva etapa tras años de batallas legales intensas.
El caso de Assange ha generado un debate global sobre la libertad de información y los límites del periodismo en la era digital, marcando un hito en la historia contemporánea de la lucha por la transparencia y la rendición de cuentas.