Nariz Artificial para Detectar Niveles Críticos de Dióxido de Carbono

Un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha desarrollado una innovadora «nariz artificial» capaz de detectar niveles críticos de dióxido de carbono (CO2). Este dispositivo, implementado en un perro robótico, utiliza tres sensores de identificación para detectar y distinguir tres tipos diferentes de gases en tiempo real.

Importancia de la Detección del Dióxido de Carbono

La inhalación prolongada de dióxido de carbono puede reducir la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, lo que afecta principalmente al cerebro y al corazón, pudiendo causar intoxicaciones graves o incluso la muerte. Por esta razón, los investigadores enfatizan la necesidad de un sistema de detección precoz que pueda alertar a las personas en riesgo o a los servicios de emergencia sobre la presencia de CO2 antes de que cause efectos adversos en la salud.

Funcionamiento del Dispositivo

El dispositivo desarrollado por el equipo del Centro de Automática y Robótica de la UPM se basa en el análisis de dinámica de fluidos computacional. La nariz artificial modular está inspirada en el proceso de inhalación y exhalación y está equipada con un sistema de captura de aire que trabaja en tiempo real.

El sistema de absorción de aire distribuido canaliza el aire concentradamente hacia un sensor interno para su análisis. Este diseño, basado en un estudio previo del comportamiento de las partículas a través del análisis de dinámica de fluidos, mejora la calidad de las muestras adquiridas y permite la creación de mapas de concentración de CO2 en el entorno.

Integración en un Robot Cuadrúpedo

Para maximizar la cobertura ambiental, la nariz artificial se ha integrado en un robot cuadrúpedo, que puede desplazarse en terrenos no estructurados. Esta integración permite una detección más amplia y eficiente de gases en diversas áreas.

Resultados Prometedores

Los resultados publicados en la revista Machine destacan que el sistema de aspiración ha mejorado significativamente la concentración de medición del CO2, aumentando las lecturas en promedio un 61% en comparación con las mediciones realizadas con un sensor expuesto directamente al entorno. Este avance promete lecturas más fiables y precisas.

Conclusión

Este desarrollo representa un importante avance en la detección de gases peligrosos y puede tener aplicaciones cruciales en la protección de la salud pública y en la labor de los servicios de emergencia. La nariz artificial no solo detecta CO2, sino que también identifica otros gases, ofreciendo un sistema de monitoreo ambiental completo y eficaz.

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