Las exmonjas del convento de Belorado han decidido apartarse de la Pía Unión liderada por el falso obispo Pablo de Rojas, a quien habían recurrido tras dejar la iglesia católica. En un comunicado han afirmado que ahora «caminan libres y solas» y reconocen únicamente la autoridad de los tribunales de justicia.
Tras la salida de Pablo de Rojas y su portavoz José Ceacero del convento, por solicitud de las religiosas, las exmonjas declaran tener completo control del monasterio, del cual se han desvinculado totalmente de la jurisdicción de la Pía Unión.
Disputa Jurídica y Llamado a la Negociación
En respuesta a las recientes declaraciones del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, las exmonjas enfatizan que la titularidad y actividades del monasterio son asuntos exclusivamente jurídicos y no eclesiásticos, por lo que deberán resolverse en los tribunales correspondientes.
Han instado al arzobispo a entablar negociaciones con la comisión representada por el bufete Sarabia y Asociados, GTRS y el abogado Florentino Alaez, buscando una solución extrajudicial que satisfaga a todas las partes y evite la judicialización del conflicto.
Costes y Finanzas
Desde el Arzobispado de Burgos, se ha señalado que el contacto con las exmonjas se mantiene solo a través de burofax o correo electrónico. Recientemente, la exabadesa envió facturas y nóminas por un total de 20,000 euros. La comisión gestora creada por el arzobispo Iceta se hará cargo de estos costes, que incluyen pagos de nóminas y servicios, utilizando fondos de la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Aránzazu, ya que las cuentas del monasterio de Belorado solo tienen alrededor de 6,000 euros.
Transformación Legal de los Monasterios
Las exmonjas han creado dos asociaciones civiles en mayo con el objetivo de cambiar la naturaleza jurídica de los monasterios, despojándolos de su entidad eclesiástica y convirtiéndolos en entidades civiles. Aunque están en proceso de tramitación, el Código de Derecho Canónico no contempla tal transformación, permitiendo solo la extinción de la personalidad jurídica cuando ya no hay monjas.
El arzobispo Iceta recordó que las propiedades e inmuebles son bienes eclesiásticos y que cualquier alteración de su naturaleza requiere consentimiento explícito de la Santa Sede, destacando que el Derecho Canónico, reconocido por el Derecho Civil, actúa como derecho estatutario para las entidades religiosas.
Reacción de la Comunidad
Los vecinos de Belorado, representados por su alcalde Álvaro Eguíluz, siguen sorprendidos por el conflicto. Eguíluz indicó que ha tenido poco contacto con las exclarisas y que su deseo es que el monasterio permanezca abierto, ya que es un atractivo para la localidad y fue renovado recientemente. Entiende la cautela del arzobispo en este complejo asunto, aunque evita valorar las acciones eclesiásticas ya que considera que es un problema de la Iglesia, no del Ayuntamiento.