La noche pasada, la región rusa de Kursk fue escenario de una tragedia cuando un ataque con dron impactó una vivienda en la aldea de Gorodische, en el distrito Rilski. El incidente dejó un saldo desgarrador de cinco personas fallecidas, incluidos dos niños, según informó el gobernador local Alexéi Smirnov.
Además de las víctimas mortales, dos miembros más de la misma familia resultaron gravemente heridos y fueron trasladados de urgencia al hospital.
Kursk y la cercana Bélgorod han sido recurrentemente afectadas por ataques fronterizos provenientes de Ucrania desde el inicio del conflicto. En respuesta al incidente, el Ministerio de Defensa de Rusia reportó la destrucción de seis drones lanzados por fuerzas ucranianas durante la noche, afectando áreas en Bélgorod, Tver, Briansk y Crimea.
Este trágico suceso subraya la grave situación en la frontera entre Rusia y Ucrania, donde los civiles continúan enfrentando el peligro constante de la violencia armada.
La comunidad internacional sigue observando con preocupación el deterioro de la situación en la región, mientras persisten los esfuerzos para alcanzar una solución pacífica y duradera al conflicto.