En el corazón de Sevilla, un grupo de mujeres del barrio Montequinto ha encontrado en el baile no solo una forma de ejercitar sus cuerpos, sino también de revitalizar sus mentes. Conocido como ‘Bailando por la vida’, este grupo se reúne regularmente en el Parque de los Pinos para moverse al ritmo de la música, dejando atrás preocupaciones y tensiones cotidianas.
Transformación Personal y Comunitaria
Mari Carmen Benítez, de 55 años, relata cómo el baile transformó su vida: «En nada perdí 20 kilos bailando». Pero más allá de la pérdida de peso, el grupo promueve la salud mental y el bienestar general. «Pesaba 130 kilos, no podía ni mirarme al espejo», dice Mari Carmen, «ahora me miro y veo mis michelines, pero me río porque estoy feliz».
Diversidad y Comunidad
El grupo, dirigido principalmente a mujeres de mediana edad, también incluye la participación ocasional de hombres. «La media de edad es a partir de los cuarenta o cincuenta años», explica Mari Carmen. A pesar de la edad, la diversidad de estilos de baile —desde la música latina hasta la danza oriental y la samba— asegura que cada sesión sea única y enriquecedora.
Unión y Desconexión en la Naturaleza
Cada mes, el grupo se traslada al Parque María Luisa para bailar al aire libre, usando auriculares inalámbricos sincronizados para minimizar las distracciones externas. «Durante una hora y pico estamos totalmente desconectados del mundo exterior», explica Mari Carmen. Esta unión a través de la música se extiende más allá de las sesiones de baile, convirtiéndose en una segunda familia que celebra la vida con reuniones sociales y salidas juntas.
Celebrando la Vida a Través del Baile
‘Bailando por la vida’ no es solo un grupo de ejercicio, es una comunidad que encuentra en el baile una manera de celebrar y disfrutar cada momento. Su impacto va más allá de la actividad física, fortaleciendo vínculos y promoviendo un enfoque positivo hacia la vida cotidiana.