El envejecimiento es un proceso natural que afecta a todas las formas de vida, marcado por la acumulación de células senescentes que contribuyen al deterioro de los tejidos con el tiempo. Estas células, que dejan de funcionar correctamente pero siguen vivas, liberan productos que pueden afectar negativamente a las células vecinas y promover enfermedades relacionadas con la edad como el cáncer y enfermedades cardíacas.
Investigaciones recientes han explorado la posibilidad de eliminar selectivamente estas células senescentes, un campo emergente conocido como medicina senolítica. En estudios con ratones y monos, se han utilizado combinaciones de fármacos como dasatinib y quercetina para rejuvenecer tejidos y mejorar la resistencia, demostrando efectos positivos en la salud cardiovascular.
Empresas como Unity Biotechnology están desarrollando fármacos como el foselutoclax, diseñado para bloquear proteínas clave en las células senescentes y eliminarlas sin dañar las células sanas. Estos avances se han probado en ensayos clínicos, mostrando mejoras significativas en condiciones como la pérdida de visión relacionada con la diabetes.
Además, se están explorando terapias avanzadas como células T genéticamente modificadas y terapias génicas para atacar específicamente las células senescentes, con el objetivo de desarrollar tratamientos más precisos y efectivos.
Aunque aún se necesita más investigación para perfeccionar estas terapias y garantizar su seguridad, los avances actuales abren nuevas posibilidades para el tratamiento y la prevención de enfermedades asociadas con el envejecimiento. Estos esfuerzos podrían eventualmente conducir a mejoras significativas en la calidad de vida a medida que la población mundial envejece.