El Gobierno de Aragón acuerda con la comunidad de la Cartuja de Aula Dei mejorar el acceso y horarios de visitas para promover su mejor conocimiento

El Presidente de Aragón, Javier Lambán, acompañado por el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, durante la visita que ha girado esta mañana a la Cartuja de Aula Dei, ha suscrito un convenio de colaboración con la comunidad religiosa de Chemin Neuf que permitirá mejorar los accesos al recinto, así como el horario de visitas a la Cartuja de Aula Dei para promover el conocimiento de este importante conjunto, su historia y significado, y los bienes que contiene, en especial, las pinturas murales de Francisco de Goya.

A juicio del presidente Lambán, la mejora del acceso a un conjunto monástico tan singular y rico en patrimonio artístico forma parte del compromiso del gobierno autonómico que ya trabaja en la conmemoración del 275 aniversario del nacimiento de Goya en colaboración con el Gobierno de España.

La firma de este convenio marco para promover el interés turístico por el monumento es el preámbulo, según el jefe del ejecutivo aragonés de los preparativos de la conmemoración del 275 aniversario del nacimiento de Francisco de Goya, en cuya programación se trabaja ya, también con otras instituciones, como el consorcio Goya-Fuendetodos de la Diputación de Zaragoza, el Ministerio de Cultura y el propio Museo del Prado, “que siempre será el museo de Goya”. Lambán ha avanzado que gran parte de la programación cultural podrá presentarse “no más allá de la primera quincena de enero de 2021”. El espíritu que guiará todas las actividades será la de establecer una relación “fija y duradera” entre el artista y su tierra, de manera que “cuaje” una fórmula que explique mejor, reinvidique y proyecte por el mundo su obra y figura.

El Presidente de Aragón considera esta conmemoración del 275 aniversario “muy importante” en un año tan complicado en el que parece oportuno “reencontrarnos con lo mejor de nuestra historia y patrimonio y alimentar nuestra autoestima”. La figura del pintor universal de Fuendetodos, un creador “cabal” que se impregnó de toda la cultura aragonesa y de cuyas vivencias en los primeros 30 años de su vida, “surgió su genialidad”. Tal es así que su obra merece celebraciones, sinergias con otros fenómenos de la época, como por ejemplo Beethoven, tal como ha adelantado Javier Lambán, quien aboga por institucionalizar determinados hábitos y retomar proyectos como el del museo de grabado de Fuendetodos.

Convenio de colaboración

Este acuerdo tiene por objeto dejar constancia del interés de ambas partes en mantener una colaboración para llevar a cabo, asimismo, el acondicionamiento de la zona de acogida de visitantes del conjunto, con la vista puesta en el impulso a su visita.

Actualmente, tan solo visitan el recinto unas 5.000 personas al año, en parte por desconocimiento. Las visitas solo se permiten los sábados por la mañana, previa inscripción en la web zaragozaGo, con el fin de estructurar los cupos, tal como exigen las restricciones actuales provocadas por la pandemia. El convenio marco firmado hoy, que tendrá adendas para ampliar contenidos, pretende revertir esta situación.

El interés de este conjunto, y especialmente de las pinturas murales de Goya que alberga, motivó que desde 1998 se permitieran las visitas al mismo, primero con grandes restricciones, al tratarse de un monasterio de clausura masculina, y ya a partir de 2012 con más amplitud. Este interés está también en el origen de las continuas inversiones realizadas por el Gobierno de Aragón para la restauración, tanto de las pinturas de Goya (restauradas entre 2009 y 2011 tras una primera intervención en 1978-1979), como de otros elementos del conjunto edificado, que en conjunto han superado los 680.000 euros, con el objetivo de garantizar la conservación de este Bien de Interés Cultural y su conocimiento y disfrute en las mejores condiciones por parte de todos los visitantes.

A estas iniciativas viene a sumarse la reciente reparación de una de las pinturas murales al óleo sobre la vida de la Virgen y de Jesús que realizó Francisco de Goya entre 1772 y 1774 en la Cartuja de Aula Dei, y que ha sido acometida y financiada por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.

De las once escenas pintadas por Goya se conservan actualmente siete, ya que cuatro se perdieron y fueron rehechas en 1903 por dos pintores franceses, los hermanos Paul y Amadée Buffet.

La escena del Nacimiento de la Virgen que ha precisado la intervención de urgencia se sitúa en el muro de la Epístola de la nave y mide 3,06 m de alto por 7,90 m de ancho. En el centro se sitúa el grupo principal de la composición, formado por las mujeres que atienden a la Virgen recién nacida, iluminada por un haz de luz procedente de su propio emblema sostenido por dos angelitos sentados entre nubes. A su lado aparece San Joaquín, su padre, apoyado en un bastón y junto al que se observa una figura de medio cuerpo. Este grupo se sitúa en una especie de porche de madera que precede a la estancia en la que se ve a Santa Ana sentada sobre la cama en la que acaba de dar a luz y acompañada por otras dos mujeres. Esta parte derecha de la pintura, prácticamente perdida, fue la que rehicieron los hermanos Buffet.

Durante una visita de revisión periódica se observó la presencia de sales solubles, cuya evolución en forma de eflorescencias había originado pequeñas pérdidas puntuales en lo que en un principio parecía capa pictórica, en el ángulo superior izquierdo de la escena del nacimiento de la Virgen.

Una vez localizado y solucionado el origen del problema, se procedió a la intervención puntual del estrato pictórico afectado, con un coste total de 7.247,90 euros.

La Cartuja de Aula Dei

La Cartuja de Nuestra Señora de Aula Dei fue declarada Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, en 1983. Su fundación se remonta a 1563, momento en que un grupo de monjes procedentes de la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes en Sariñena (Huesca) se trasladó a esta zona de la ribera del río Gállego buscando un emplazamiento más saludable. Este traslado se produjo bajo el auspicio del arzobispo de Zaragoza, don Hernando de Aragón, quien el 29 de febrero de 1564 bendijo el acto de colocación de la primera piedra de este monumental conjunto arquitectónico, que tardó más de dos siglos en adoptar su configuración definitiva.

Desde su fundación en la segunda mitad del siglo XVI, la Cartuja de Aula Dei estuvo habitada por la comunidad cartuja hasta que la Guerra de la Independencia (1808-1814) les obligó a abandonarla temporalmente por primera vez, circunstancia que volvió a repetirse durante el Trienio Liberal (1820-1823) y durante la Desmortización de Mendizábal (1835-1836). Tras varios cambios de propiedad a lo largo del siglo XIX, que implicaron incluso su conversión en una fábrica de tejidos, los cartujos regresaron en 1901 al monasterio hasta su marcha definitiva en 2011, traspasando en 2013 su propiedad mediante una donación a la comunidad católica de Chemin Neuf, que se había instalado allí el año anterior y lo continúa habitando desde entonces.

El conjunto de la Cartuja de Nuestra Señora de Aula Dei fue declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, en el año 1983 por parte del Ministerio de Cultura, declaración que fue completada en 2002 mediante una orden del Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón.

Dentro del recinto monástico, entre otras edificaciones, destaca la iglesia de traza gótica tardía con elementos ya renacentistas, y en el interior de ella, lo que la convierte en excepcional, son las pinturas murales al óleo realizadas por Goya. Fueron realizadas al secco, es decir, al óleo aplicado directamente sobre el muro de yeso, y son un hito en la evolución pictórica del genio aragonés, ya que en ellas se observa la enorme influencia que ejerció el arte italiano en su obra tras el viaje de formación que realizó entre 1770 y 1771 a Italia.

Comunidad religiosa de Chemin Neuf

Desde que en 1563 Don Hernando de Aragón (Arzobispo de Zaragoza y nieto del Rey Católico) apoyara la construcción de una Cartuja a orillas del Gállego, la presencia secular de sus silenciosos monjes estuvo asegurada en nuestra tierra prácticamente hasta el año 2012. Solamente el monasterio estuvo vacío un breve período de tiempo pero rápidamente, la Comunidad monástica retornó al Claustro para restaurar un edificio de obligada referencia para el arte, la cultura y la literatura aragonesas.

Bayeux, Ramírez de Arellano, Goya… brillan en el universo cartujano de Aula Dei aun cuando el espíritu de esta esta estricta orden religiosa destaque por la sencillez y la austeridad en las formas.

Tras varios siglos de presencia secular de los cartujos en este monasterio, las necesidades y modernización de la vida monástica obligaron a la pequeña comunidad existente a integrarse con otros monjes de otra Cartuja española. El problema era evitar el abandono de uno de los mayores conjuntos monásticos de singulares características y la única comunidad contemplativa masculina en Aragón. El Prior de la Gran Cartuja de Grenoble ofreció entonces a un joven Instituto religioso, nacido en Lyon hace 50 años, la posibilidad de acoger el conjunto cartujano de Aula Dei para seguir manteniéndolo vivo y abierto a la sociedad aragonesa. Así, la primera comunidad mixta (sacerdotes, consagrados, consagradas y familias) se instaló en Aula Dei hace 8 años.

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