Existe una larga tradición de escribir esquelas en los periódicos para anunciar la muerte de un familiar o de una persona muy cercana. Algunas son verdaderas declaraciones de amor que nos enternecen, como la publicada estos días en el Faro de Vigo.
Se trata de la esquela publicada por los familiares de Silvino Bastos Ramírez, fallecido a los 91 años en Torneiros-Porriño (Pontevedra). La esquela presenta al fallecido como el «compañero de vida de ‘Mucha'» y, en unas pocas líneas, nos resume una vida de amor incondicional que trascenderá, seguro, más allá de la muerte: «Porque morir de amor, se puede. Porque 63 años a su lado, no te parecieron suficientes. Porque tu lealtad sigue cuando se acaba la vida. Por todo eso, has querido seguirla».
Los familiares recuerdan a ‘Selvi’ con cariño y acaban con una frase: «¡Nos has enseñado tantas cosas! Ahora sabemos que morir de amor, se puede.» Unas bellas palabras para resumir la historia de amor de una pareja que se prolongó durante 63 años y que sus familiares están seguros de que continuará allá donde estén los dos.
Una esquela de la que se desprende que tras el fallecimiento reciente de su mujer, Silvino no ha sido capaz de superar la pérdida del que era el amor de su vida, perdiendo la batalla contra la tristeza y reuniéndose finalmente junto a ella.
Además de dejar un hueco difícil de llenar para sus seres queridos, Silvino deja para la posteridad toda una lección de amor, lealtad y respeto.
