El detenido había sido suspendido cautelarmente del permiso de conducción y aportó a los agentes documentos de otra persona con la que guardaba parecido físico.
En el interior del equipaje que transportaba, ocultos en unos calcetines, se localizaron llaves inteligentes para la apertura y arranque de vehículos.
Se le imputan delitos de falsedad documental y contra la seguridad vial.
Sobre las 11.20 horas del pasado 29 de marzo, agentes pertenecientes al Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Calatayud, que se encontraban prestando servicio por la A-2, observaron una furgoneta que circulaba, sentido Zaragoza, con un aparente exceso de carga. Tras consultar en las bases de datos la matrícula de dicho vehículo, se comprobó que al titular del mismo se le había suspendido cautelarmente su permiso de conducción por un Juzgado de lo Penal de Getafe, por lo que los agentes procedieron a parar la furgoneta e identificar al ocupante de la misma. Una vez solicitada la documentación personal del conductor, éste aportó un permiso de conducir de Bulgaria y un documento de identidad del mismo país, cuya fotografía guardaba un parecido razonable con el identificado, pero tras diversas gestiones de los agentes de Tráfico, se comprobó que éstos pertenecían a otra persona. Finalmente el conductor mostró su permiso de conducir en España, verificando que se trataba de la persona a la que habían suspendido cautelarmente dicho documento. Por este motivo la Guardia civil procedió a la detención de este varón, de nacionalidad búlgara, por un presunto delito de falsedad documental y lo trasladaron a dependencias oficiales de Calatayud donde se realizó una inspección de los efectos que portaba en el vehículo. En el interior de la maleta, y ocultas en unos calcetines, los agentes hallaron una llave virgen, al parecer de una conocida marca de vehículos de alta gama, y una llave KEYLES o llave inteligente, que se utilizan para apertura y arranque de automóviles. Además se intervinieron, entre las ropas del equipaje, un GPS, dos bolsitas que contenían microchips de los usados habitualmente para codificar las llaves de los vehículos, una vez introducidas en el interior de las mismas, así como un aparato que se conecta a los ordenadores de los turismos. En la parte trasera de la furgoneta el detenido transportaba un depósito de 1.000 litros de capacidad, lleno al 60 % de gasoil rojo, 2 garrafas del mismo combustible, un trozo de goma con un tapón en uno de los extremos para enroscarlo a los depósitos de los vehículos y diverso material de obra (puertas, azulejos y herramientas). Igualmente los agentes de Tráfico comprobaron que el odómetro del vehículo se hallaba desconectado y había sido manipulado para la disminución del kilometraje. El detenido portaba un total de 6 teléfonos móviles, que junto con el resto de material hallado y la furgoneta, quedaron intervenidos por la Guardia Civil. Esta persona a la que se le imputaron presuntos delitos de falsedad documental y contra la seguridad vial, quedó a disposición judicial tras la detención. Esta actuación ha sido desarrollada por agentes del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Calatayud y del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico de Zaragoza, quienes continúan con la investigación para el análisis exhaustivo de los objetos intervenidos destinados al robo de vehículos, así como determinar su procedencia.