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Los hogares de mayores del IASS inician un proceso de transformación para dar respuesta a las nuevas necesidades de sus usuarios

«El objetivo de todas las políticas de los Servicios Sociales es que las personas sean el centro de los procesos y los servicios y, en este contexto, los hogares de mayores inician ya la transformación para adaptarse a esta forma de trabajar y de entender este recurso. Queremos que los hogares sean, aún más, espacios de convivencia, participación y cuidado para que en ellos también se fomente la autonomía de las personas mayores”. Con estas palabras la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, ha anunciado el proceso de transformación en el que a partir de este mes van a trabajar los 31 hogares de mayores de la red del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS); un trabajo que va a realizarse a través de talleres, entrevistas y sesiones de trabajo con una muestra del personal de los centros y de sus usuarios para determinar las propuestas de cambios que pueden aplicarse para caminar hacia este nuevo modelo. La consejera ha realizado la presentación de este plan en el hogar de Alcañiz, donde sus usuarios –al igual que los del resto de centros- han empezado a retomar las actividades con todas las medidas de seguridad y protección.

La necesidad de cambio en el concepto de los hogares de mayores, tal como ha explicado la consejera, viene marcado por varios factores: el demográfico y el social; las enseñanzas y nuevas necesidades que ha detectado la pandemia; y la voluntad de que estos centros se conviertan en agentes activos de la detección de la soledad no deseada y de situaciones de vulnerabilidad. “Hoy nos encontramos con un perfil de usuario que demanda nuevos servicios, que quiere ser parte de la toma de las decisiones del hogar y que quiere entender su participación en estos centros desde la proactividad y el enriquecimiento a esta nueva etapa de su vida. Tenemos que dar respuesta a esta nueva realidad”, ha subrayado la consejera. El plan de trabajo marcado por los equipos del IASS para realizar este proceso fija los meses de mayo, junio y julio para llevar a cabo el análisis y el mapa de diagnóstico y los de septiembre y octubre para trabajar la validación del proceso y la culminar la propuesta de cambio. La intención, ha explicado la consejera, es que las novedades que se deriven puedan empezar a implementarse en 2022.

A las nuevas necesidades de los usuarios, que están en la base de esta transformación, se ha referido también el director del hogar de Alcañiz, Darío Alonso, que ha explicado que, actualmente, «se han puesto en marcha diferentes actividades en exteriores, como por ejemplo un grupo de senderismo o clases de baile con distancias. En interior, debemos destacar la conformación de un grupo socio terapéutico para las personas que están en riesgo de soledad no deseada». Este centro del Bajo Aragón, ha dicho su director, cuenta con más de 3.000 socios y ha comenzado a ofrecer, al igual que otros hogares de la red del IASS, diferentes servicios, como peluquería, podología, y el Programa de Promoción de la Autonomía Personal, realizado por profesionales de terapia ocupacional, fisioterapia y trabajo social. Además, la semana pasada abrió sus puertas el servicio de cafetería y comedor, con posibilidad de consumir en el propio Hogar como para llevar. “Si bien la demanda aún no se puede comparar con la que había antes de la pandemia, sí que estamos notando que nuestros mayores, conforme se van vacunando y teniendo inmunidad, vuelven poco a poco a venir al Hogar, y quieren recuperar la vida que tenían antes de la pandemia”, ha subrayado Alonso.

50.000 llamadas durante el confinamiento

Además del nuevo perfil de usuario, que llega a la jubilación con otras inquietudes y demanda servicios adaptados a ellas, la pandemia ha ahondado en la necesidad de revisar el modelo. En este sentido, María Victoria Broto, ha indicado que durante el confinamiento “se hizo más patente la importancia del papel de los hogares en la atención a los mayores en sus domicilios, dándoles soporte y detectando situaciones de vulnerabilidad, y en esta línea debemos seguir trabajando, máxime cuando el 21% de la población tiene más de 65 años y la soledad no deseada es un problema social detectado”. Sobre esta situación, la consejera ha indicado que durante los meses de confinamiento, desde la red de hogares se realizaron cerca de 50.000 llamadas a sus usuarios, y 4.000 de ellas sirvieron para hacer seguimiento a las situaciones de vulnerabilidad que se habían detectado y para las que se movilizaron los recursos de atención adecuados. Durante esta etapa se sirvieron desde los hogares 3.295 comidas.

En estos momentos, todos los hogares de Aragón tienen sus puertas abiertas y, desde el mes de junio, ofrecen diferentes servicios a sus 109.000 socios, como podología, peluquería el programa de Promoción de la Autonomía Personal (PAP); los que tienen opción han abierto sus cafeterías para ofrecer comidas para tomar allí o para recoger y consumir en casa. Además, han empezado a impartirse los cursos ‘on line’ del convenio con La Caixa, 74 en total, en áreas como nuevas tecnologías, salud, desarrollo personal y tertulias literarias; a ellos se han inscrito 1.076 personas. Otras mil personas están ya participando en las actividades que de forma piloto han empezado a ofertarse, tanto físicas como cognitivas.

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