La nueva normativa obligará a los taxistas a renovar sus vehículos de gasolina o diésel a los 10 años o a los 15 si son de cero emisiones o ECO. Además, podrán transportar hasta a 9 viajeros incluyendo el conductor y estará permitida la instalación de cámaras de seguridad.
Queda suprimida la exclusividad en el ejercicio de la profesión de taxista y se incorpora la posibilidad de usar el vehículo para actividades particulares cuando no se preste servicio. La nueva normativa establece nuevos requisitos para ser titular y obliga al profesional del taxi a proporcionar la ayuda necesaria a las personas con movilidad reducida, a las mujeres embarazadas y a quienes vayan acompañadas de niños.
El número de licencias de taxi ha crecido en Zaragoza un 3,5 % en los últimos 25 años, hasta 1.717 en 2019, mientras que la población ha aumentado en la capital aragonesa en este cuarto de siglo un 10,8 %, según el Instituto Nacional de Estadística.