Nueve proyectos expositivos han sido seleccionados para mostrarse en 2020

En tres salas municipales

Un total de 72 trabajos se han presentado a la convocatoria que el Ayuntamiento de Zaragoza, a través de Zaragoza Cultural, ha llevado a cabo para la selección de proyectos expositivos para 2020 en tres salas municipales.

Una comisión técnica ha seleccionado por unanimidad un total de nueve proyectos expositivos para las salas del Torreón Fortea, Palacio de Montemuzo y Casa de los Morlanes, y que podrán contemplarse a lo largo del próximo año 2020.

A través de esta convocatoria, se ofrece a agentes culturales, así como a creadores de la ciudad la posibilidad de presentar, de manera individual o colectiva, propuestas en cualquier disciplina relacionada con las artes plásticas, cuyo objetivo fuera la difusión cultural de temas de interés para la ciudadanía.

A la hora de valorar todas las propuestas, se ha tenido en cuenta para su selección el interés y calidad, la viabilidad y la vinculación de la misma a la ciudad. Así, se podrán contemplar exposiciones de fotografía, pintura, grabado, dibujo, instalaciones de pequeño tamaño en las que los artistas muestran su creatividad.

Los nueve proyectos expositivos seleccionados para las tres salas municipales han sido los siguientes:

– Resquicios, de Alba Lorente Hernández (Zaragoza).- La muestra forma parte de un proyecto de investigación basado en la estética destructiva. Las acciones instintivas, que forman parte de la condición humana, aparecen en sus obras con un contenido poético para exteriorizar la necesidad destructiva. Siguiendo esta línea, realiza más de una treintena de obras en técnica mixta, tinta sobre papel y esculturas que transmiten belleza basándose en la extrañeza y lo no convencional, donde se registra el proceso sobre el soporte buscando su tercera dimensión a través de la acción directa.

– A este lado de la montañana, de Eduardo Marco Miranda (Huesca).- Es un proyecto que profundiza y piensa el paisaje a partir de los archivos fotográficos. Por un lado presenta su propio trabajo fotográfico, que consiste en repetir la experiencia de los pirineístas de principios siglo XX para reflexionar desde un punto de vista sociológico sobre lo que nos dicen las imágenes del comportamiento de los individuos en los mismos lugares. Por otro lado, hace una revisión de los archivos pirineistas clásicos que construyen la imagen de la alta montaña para terminar rescatando y coleccionando imágenes públicas de montañeros-turistas contemporáneos.

– Front-eras del mundo.- Exposición colectiva, comisariada por Miriam Vera Español, que propone una reflexión sobre la idea, artificialmente construida, de lo que significa una frontera, como construcción política, nacida en la mente de las personas y llevada a cabo con nuestras manos. A través de los proyectos artísticos de estos cinco artistas multidisciplinares nos acercaremos a los espacios transfronterizos, a las fronteras que miran hacia lo externo, pero también hacia aquellas que surgen internamente.

– Galería de personajes, de Pedro Perún Serrano.- El proyecto expositivo reúne una cuidada representación gráfica de personajes literarios y artísticos que han influido en la vida del artista (la mayoría son surrealistas). Presenta una serie de retratos en papel (impresión y collage) alguna instalación de pequeño tamaño y poemas objeto. El autor se propuso realizar un listado de 50 nombres de personajes que le hubiera influenciado, y al lado de cada nombre apuntaba la primera imagen que le venía a la cabeza relacionada con ese personaje.

– El límite crudo, de Noelia Marín Alcalde (Zaragoza).- El proyecto expositivo se centra en el grabado y las técnicas de estampación, poniendo especial atención sobre las matrices, madres de toda estampa, como parte del proceso de creación, dando así importancia a este tiempo concreto, y no solo al objeto-obra. La muestra de las matrices y las estampas (las madres y sus frutos), acompaña también el hilo conductor de toda la obra, que es: un parto, un sacar afuera lo que hay dentro, dar a luz aquello que es oscuro; estableciendo un diálogo interno-externo, a través de la imagen, sobre la desdoblez y del límite entre lo original-auténtico, la reproducción-copia y la pertenencia al mundo-yo-existencia.

– Orografías, de Juan Madrigueras (Zaragoza).- La propuesta se compone de 10 obras de gran formato, 63 dibujos y una producción audiovisual ligada al proceso creativo de las obras. Su planteamiento parte de la narración pictórica y de la iconografía del barroco para compartir con el espectador un conjunto de experiencias que enlazan con el arte contemporáneo. En su trabajo se mezclan a partes iguales: originalidad, ironía, crítica y provocación.

– La arena del tiempo, de Pedro Pérez Esteban (Teruel).- Está compuesto por cuatro trabajos realizados simultáneamente durante el periodo de 2013 a 2018 y que se relacionan temporal, temática y geográficamente. El planteamiento estético se establece con dos premisas: el uso del blanco y negro y el empleo de un equipo simple (una sola óptica) . Conceptualmente sigue una línea de indagación para la construcción de un pasado, de unos relatos en un espacio que no fue suyo: imágenes de arqueología industrial que remiten a la industria del carbón o al ferrocarril.

– Versografía, de Susana Modrego Ruiz (Zaragoza).- Se sumerge en espacios cuya profundidad está inmersa en un silencio no escuchado. Es una búsqueda de la síntesis del detalle, de los pliegues escondidos del mundo, de los NO- lugares. Ofrece al que mira un enfoque nuevo, libre, ilimitado e infinito, una sensación diferente en torno al concepto de realidad en el que vive. La obra se nutre de instantes significantes, para conformar un todo de atractivo no convencional. En esta perspectiva abstracta, el verso y las letras de Andrés Vicién Estevan se suman a la creación ensalzando su naturaleza excéntrica y atrevida.

– Momentos, de Fabiola Gil Arales (La Almunia).- La muestra se compone de varias series: Imágenes de primavera (una colección de seis estampas en técnica mixta: xilografía y serigrafía, inspiradas en el grabado shunga japonés del período Edo), Nadar (con técnica la xilografía japonesa mokuhanga inspirada en los primeros grabados ukiyo-e que aparecieron en japón en el siglo XVII.) Caminar, compuesta por seis estampas o Instantes, un conjunto de estampas de pequeño formato en xilografía japonesa.

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