El 22 de agosto de 1962 varios hombres armados disparan con metralletas más de 200 balas al paso del Citroën DS del Presidente de la República Francesa, Charles De Gaulle.
A pesar de que catorce balas perforaron la carrocería sin blindaje y reventaron los neumáticos, tanto Charles De Gaulle como su esposa y el conductor, salieron ilesos gracias a la increíble maniobrabilidad del Citroën con suspensión hidroneumática y a la pericia del conductor, que consiguió alejarse de los disparos a toda velocidad aun con los neumáticos reventados.
El Citroën DS fue elegido «el automóvil más bello de todos los tiempos» por la revista Classic & Sports Car en 1999.
A finales de los 60, el modelo incorporó dos pares de faros direccionales situados bajo un mismo cristal que iluminaban en función del giro del volante y de la altura de la suspensión. Esta modificación en el morro fue la responsable de que en España se le llamara popularmente ‘Tiburón’, debido obviamente a su gran parecido con un escualo.
Todavía se conservan los disparos en la carrocería.