En 1987 el parque de turismos superó por primera vez los 10 millones de vehículos.
Ese año la DGT regaló 1,3 millones de casetes en los que Gomaespuma hablaba de conducción “para llegar muy lejos en la vida”, junto con música que inducía a la conducción tranquila.
Y en 1987 empezó la fabricación del Ferrari F40, uno de los superdeportivos más significativos de la década.
El Ferrari F40 es simplemente un coche de carreras matriculable.
El interior huele a fibra, a plástico y a motor, y no es nada cómodo, el conductor tiene que ir sentado casi a ras del suelo, para abrir la puerta tienes que tirar de un cable… pero todas estas incomodidades desaparecen cuando se pone en marcha el motor 2.9 V8 biturbo que rinde 478 CV y comienza a sonar la sinfonía bronca e intimidatoria del F40.
Selección de canciones recogidas en un casete en el que Gomaespuma hablaba de conducción “para llegar muy lejos en la vida”, música que inducía a la conducción tranquila.