Además de presumir de que el GS podía circular y hacer giros endiablados con sólo tres ruedas instaladas, en la publicidad de la época se destacaban sus cuatro frenos de disco, su chasis de aleación ligera y una práctica refrigeración por aire -en plena era de carreteras nacionales bacheadas tan propicias para el ‘calentón’- de su mecánica bóxer de cuatro cilindros y sólo un litro, que desarrollaba 45 CV.