Un joven estudiante de Diseño de 22 años conocido en las redes sociales como JonsBones, ha reabierto el debate ético en torno a la venta de restos óseos. La cuenta de Ferry, donde ha obtenido casi 500.000 seguidores y 22 millones me gusta, incluye videos en los que responde alegremente a las preguntas de los espectadores sobre lo que muchos ven como un campo macabro. También muestra sus hallazgos más raros, incluidos los cráneos de fetos y niños pequeños. Su gato, Chonk, hace apariciones frecuentes y los fanáticos incluso pueden comprar mercadería de JonsBones.
En su tienda online, Jon Pichaya Fery vende costillas humanas por 18 dólares (unos 15 euros) y cráneos por unos 2000 (unos 1724 euros), entre una oferta que incluye una amplia variedad de restos óseos, tal y como muestra en sus vídeos de TikTok, una plataforma en la que ha alcanzado un gran número de seguidores, más de medio millón, gracias a la aficción que ha convertido en negocio. Sus compradores, según ha declarado al medio ABC, son también de lo más variopinto: desde médicos hasta artistas.
También muestra sus hallazgos más raros, incluidos los cráneos de fetos y niños pequeños. Su gato, Chonk, hace apariciones frecuentes y los fanáticos incluso pueden comprar mercadería de JonsBones.
La procedencia de los huesos que Jon Pichaya Fery vende, indica en su tienda online, es legal. Son de fuentes médicas que los emplearon con objetivos educativos o de investigadores, museos, universidades y familias que los heredaron.
El joven influencer ha manifestado a ABC, que las personas deberían de ver la forma y estructura de los huesos con «fascinación», en lugar de como algo «oscuro» y «espeluznante». Así, pretende desestigmatizar la venta de restos óseos.
