Stellantis celebra el 40 aniversario de su planta de Zaragoza con buenas perspectivas de futuro

 

En el otoño de 1982, la planta de Zaragoza se vestía de gala para una ocasión muy especial, que culminaba años de intenso trabajo. El 5 de noviembre de ese año, se iniciaba la producción de un modelo, el Opel Corsa, que ha acabado siendo un icono automovilístico.

Hoy, cuatro décadas después, Stellantis Zaragoza vuelve a engalanarse para celebrar su cuadragésimo aniversario y la llegada de un nuevo modelo, cuya adjudicación responde a sus altos índices de calidad, competitividad, y clima social de la planta.

Stellantis Zaragoza producirá este nuevo modelo, que se detallará más adelante, con versiones electrificadas, que forma parte del plan industrial de Stellantis y cuenta además con la contribución del programa de incentivos concedidos por el Gobierno de España en el marco del Plan PERTE VEC.

En estos 40 años de historia, la planta de Zaragoza ha compatibilizado diversificación e innovación con el respeto por el medio ambiente.

A partir de los primeros pasos con un automóvil urbano como el Opel Corsa, sus líneas de montaje incorporaron pronto otros vehículos de la Marca, como compactos como el Kadett o el Astra, coupés de vocación deportiva, como el Tigra, monovolúmenes, como el Meriva, vehículos comerciales, como el Combo o SUV como el Mokka, o los Opel Crossland y Citroën C3 Aircross, que sellaron la incorporación de Opel a Groupe PSA en 2017.

Con la sexta generación del Opel Corsa, que se lanzó industrialmente a finales de 2019, la electrificación llegó a la planta de Zaragoza, abriendo una nueva etapa en la historia del centro.

El Opel Corsa-e, que se produce en Zaragoza en exclusiva mundial, ha traído consigo una modernización tecnológica que abrió la planta a la realidad de la Fábrica 4.0. A lo largo de estos años se han puesto en marcha diversas iniciativas apoyadas por el Gobierno de Aragón, entre las que se encuentra el Taller de Montaje de Baterías.

El Taller de Baterías, que se inauguró en 2021, siendo la planta ya parte del Grupo Stellantis, ensambla las baterías del Opel Corsa-e, y del Citroën ë-C4, fabricado en Madrid. Se ha convertido en una referencia dentro de Stellantis por la adopción de nuevos sistemas informáticos, por la gestión conjunta de la producción, la logística y el mantenimiento y por las sinergias en su trabajo diario con el Centro de Madrid.

Además de por la producción de automóviles eléctricos, la planta de Stellantis en Zaragoza destaca por su compromiso con las energías renovables y una producción respetuosa con el entorno. Actualmente, cuenta con una planta solar de autoconsumo que cubre un tercio del consumo eléctrico de la fábrica. Próximamente, se proseguirá la instalación de paneles fotovoltaicos y estaciones eólicas, con el objetivo de asegurar un 80% de las necesidades de electricidad de la fábrica en 2024.

Estas acciones son parte del compromiso medioambiental de la planta de Zaragoza y contribuyen a la ejecución del plan Dare Forward 2030 de Stellantis, anunciado por el CEO del Grupo Carlos Tavares el pasado mes de marzo, para liderar la descarbonización en la industria del automóvil, alcanzando las cero emisiones netas de carbono en 2038, con una reducción del 50% en 2030 y contribuyendo así a un futuro sostenible.

Para el director de la planta de Stellantis en Zaragoza, José Luis Alonso Mosquera, “estamos celebrando nuestro 40 aniversario de la mejor forma posible. Si en 1982 el primer Corsa revolucionó la estética y las prestaciones de su segmento y dio el pistoletazo de salida a estas instalaciones, hoy, cuatro décadas y más de 14 millones de vehículos producidos después de las marcas Opel y Citroën, estamos orgullosos de anunciar que produciremos un nuevo modelo con versiones electrificadas. Entre estos dos hitos, esta Planta se ha convertido en un motor para la economía de Aragón y en un gran referente tecnológico en la automoción española y en el grupo Stellantis. Unos logros que no se podrían haber conseguido sin el compromiso de todas las personas que han trabajado y trabajan en estas instalaciones”.

Aunque no se conoce aún cuál será el modelo eléctrico que saldrá de estas líneas, los trabajadores han aprovechado este sábado para descubrir a amigos y familiares cómo funciona la planta zaragozana. «Hemos venido para que los hijos conozcan el funcionamiento, el montaje y la fabricación de un coche, que es algo que no conocían, y creo que es una buena experiencia», comenta uno de los asistentes a la jornada organizada por Stellantis.

Este acto ha servido también para recordar viejos tiempos y redescubrir la factoría. «Yo cuando entré aquí estuve en chasis 30 años. Y el suelo era de tierra aún, y las escaleras estaban sin montar», recuerda uno de los trabajadores. De esta forma, se sigue escribiendo la historia de la Automoción en Aragón.

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