La falta de transportistas para trasladar coches llena la campa de Stellantis en Figueruelas

El sector de la automoción pasa por momentos difíciles. A la crisis por la falta de microchips se unen ahora los problemas logísticos para distribuir la producción desde las plantas a los concesionarios. Un problema que sufren empresas como Stellantis, en Figueruelas. En la planta confían en que las vacaciones de Navidad sirvan para desatascar la campa, ahora más llena que nunca. Hay que trasladarlos y no es que falten camiones, sino manos para conducirlos.

La especialidad de portacoches, en concreto, es difícil de cubrir, explican desde las asociaciones. Estos conductores, al contrario que el resto, tienen que cargar y descargar, así que la profesión pierde atractivo. Tanto, que las empresas reconocen robarse los profesionales las unas a las otras. La falta de transporte, junto a la de semiconductores, causa retrasos de entre cuatro y seis meses para determinados vehículos y ralentiza las matriculaciones, mientras miles y miles de coches se agolpan en aparcamientos como el de Stellantis.

La falta de relevo afecta a todo el sector del transporte. Está envejecido y es poco atractivo. Los empresarios indican que la solución pasa por dignificar condiciones, apostar por la formación de jóvenes y traer personas de terceros países. Para Carmelo González, presidente de Fetraz: «Desde el comité nacional, las asociaciones y el Ministerio estamos buscando posibles soluciones, difíciles a priori, porque no solo es un tema salarial, que en algunos casos también, pero el problema más grave es el desarraigo familiar». El objetivo de las empresas de transporte por carretera es subirse al tren. Aunque la patronal advierte: siempre hará falta un camión y un profesional antes o después de cada viaje.

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