Cincuenta y seis miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que partieron hacia Marruecos hace once días para colaborar en las tareas de rescate tras un devastador terremoto han regresado a casa. El miércoles, a bordo de un avión A-400 del Ejército del Aire, estos valientes soldados retornaron exhaustos pero satisfechos por haber brindado apoyo en medio de la tragedia que afectó a los marroquíes.
El Regreso a Zaragoza
La Base Aérea de Zaragoza fue el lugar de llegada, marcando el fin de una misión desplegada en la región suroeste de Marrakech, en Amizmiz, uno de los epicentros del terremoto. Al poner pie en tierra, Enrique Bascuas, el líder del equipo de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR) de la UME, compartió sus experiencias. A pesar de las dificultades, destacó que nunca perdieron la esperanza de encontrar sobrevivientes. Sin embargo, la arquitectura de las edificaciones y la estructura de los muros no permitieron la formación de espacios de supervivencia tras los colapsos, lo que limitó las posibilidades de rescate en vida.
Apoyo en Tareas de Rescate
A pesar de esta adversidad, el equipo se centró en respaldar a las autoridades marroquíes en las labores de recuperación de cuerpos, una tarea desgarradora pero crucial. Este esfuerzo fue altamente valorado y agradecido por la población marroquí, tanto civiles como autoridades. Enrique Bascuas elogió la solidaridad y el afecto demostrados hacia las fuerzas de rescate españolas por parte de los ciudadanos y las autoridades marroquíes.
Contribución Significativa en Momentos Difíciles
En medio de una situación excepcionalmente desafiante, el personal de la UME desplegado en Marruecos dio lo mejor de sí. Estaban felices de poder ofrecer su ayuda a una nación que había sido tan profundamente afectada por la tragedia. La UME desplegó personal altamente capacitado y certificado por Naciones Unidas, así como una variedad de equipo técnico especializado, incluyendo geófonos, cámaras telescópicas, radares y maquinaria capaz de mover y cortar grandes estructuras de hormigón.
Conclusión
El regreso de la Unidad Militar de Emergencias marca el final de una misión de solidaridad y apoyo en medio de la adversidad. A pesar de los desafíos y la tristeza que implica el rescate de cuerpos, la UME demostró su dedicación y compromiso con ayudar a aquellos que más lo necesitaban en un momento de crisis. Su participación en Marruecos refleja la importancia de la cooperación internacional y el espíritu humanitario en tiempos difíciles.