Alberto Núñez Feijóo, líder del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, ha dado inicio a su discurso de investidura en el Congreso con una declaración enfática: no defenderá una ley de amnistía para los presos del ‘procès’. Sus palabras se centraron en la importancia de mantener los principios y la palabra dada.
Durante su primera intervención en la tribuna de la Cámara Baja, Feijóo dejó claro que, en su opinión, «fuera de la Constitución no hay democracia». Hizo hincapié en que se siente representado por la abrumadora mayoría de los españoles que el 23 de julio rechazaron un programa que contemplaba la amnistía y la autodeterminación, o cualquier forma equivalente.
En su discurso ante el pleno del Congreso para solicitar la confianza de la cámara en su investidura, Feijóo afirmó que Puigdemont busca un presidente aliado a sus demandas, independientemente de si es del PP o del PSOE. Luego, aseguró que tenía la posibilidad de convertirse en presidente, pero no estaba dispuesto a pagar el precio que Puigdemont demandaba para ello.
Feijóo reiteró su compromiso con quienes clamaron por la igualdad en las calles de Madrid y afirmó que, en su opinión, «ningún fin, ni siquiera la Presidencia del Gobierno, justifica los medios». Destacó que no traicionaría la confianza de los españoles que lo votaron y que no cedería ante ninguna presión.
El candidato del PP ofreció seis pactos de Estado a los diputados del Congreso y propuso un Gobierno que trabajaría en colaboración con la Cámara Baja para garantizar la estabilidad del país y abordar un programa de reformas a través de grandes acuerdos. A pesar de no contar con suficientes apoyos para su elección como presidente, Feijóo expresó su deseo de lograr la mayoría necesaria y dejar atrás coaliciones de intereses en beneficio de unos pocos.
Feijóo hizo referencia a las necesidades de las comunidades autónomas y mencionó específicamente la aprobación de un Plan Pirineos y ayudas para combatir la despoblación en Aragón.
El líder del PP, propuesto como candidato por el rey Felipe VI, llegó al hemiciclo con 172 apoyos, sumando los votos de su partido, los 33 votos de Vox y los dos diputados de Coalición Canaria (CC) y Unión del Pueblo Navarro (UPN). A pesar de encontrarse a cuatro votos de la mayoría absoluta (176 votos), Feijóo enfrentó un mayor número de votos en contra (179) que a favor.