En un esfuerzo conjunto entre agentes de la Policía Nacional y la Policía Local de Zaragoza, se han llevado a cabo arrestos durante el primer fin de semana de las Fiestas del Pilar, desarticulando tres bandas itinerantes especializadas en el robo de teléfonos móviles. Un total de ocho personas, compuestas por cinco hombres y tres mujeres con edades comprendidas entre los 27 y 36 años, fueron detenidas por su participación en estos delitos. Estas bandas operaban en áreas altamente concurridas, incluyendo los alrededores de la calle Temple, la zona universitaria y el paseo Echegaray y Caballero, donde realizaban sutiles hurtos de teléfonos móviles.
Los hechos tuvieron lugar durante las madrugadas del viernes y sábado, y en la mayoría de los casos, los robos ocurrieron mientras las víctimas estaban distraídas, ya sea abriendo sus bolsos o sustrayendo los dispositivos de los bolsillos traseros. Se logró recuperar más de medio centenar de teléfonos móviles, en gran parte gracias a que las víctimas tenían activada la geolocalización de sus dispositivos y la función de rastreo de sus teléfonos.
Métodos Utilizados en el Robo de Teléfonos Móviles:
En los últimos meses, ha habido una repetición de una metodología específica para el hurto de teléfonos móviles y billeteras que se guardan en mochilas o bolsos. En este caso, los ladrones se colocan detrás de la víctima y, con un cúter, realizan un pequeño corte en la bolsa. El teléfono cae al suelo, permitiendo así a los delincuentes apoderarse de él. Estos ladrones son conocidos como «chinaores» y suelen seleccionar lugares concurridos, como conciertos, zonas de ocio o medios de transporte público.
Otra técnica es el robo por descuido. Aprovechan que la víctima está distraída o realizando algún movimiento sutil para apoderarse de sus pertenencias. Este tipo de incidentes suelen ocurrir en establecimientos de entretenimiento o en áreas concurridas.
A estos métodos se suman dos nuevos que se han observado principalmente durante el Festival Vive Latino celebrado a principios de septiembre. En estos casos, los ladrones trabajan en equipos de dos o tres personas y aprovechan que la víctima está grabando el concierto al que asiste con su teléfono móvil. En ese momento, uno de los delincuentes la empuja, haciendo que el móvil caiga al suelo, y un segundo miembro del grupo se encarga de recogerlo y llevárselo.
A pesar de que muchos asistentes al festival llevaban sus teléfonos móviles atados a sus cuellos con cordones para evitar pérdidas o robos, los expertos en este tipo de delitos no dudaban en cortar las cuerdas para apoderarse de los dispositivos.