La reconocida jotera Pilarín Bueno, figura destacada de la jota aragonesa, nos dejó la noche del domingo al lunes a la edad de 79 años. Su legado perdurará como una de las voces más emblemáticas de la música tradicional aragonesa, y su contribución al folclore regional se extiende a lo largo de décadas.
Nacida en Pamplona, Pilarín se trasladó a Zaragoza siendo una niña, adoptando la ciudad como su hogar. Bajo la tutela del maestro José Esteso, esta zaragozana de corazón se destacó desde temprana edad. A los 16 años, obtuvo el primer premio en el Certamen Oficial de Jota, y a los 20, logró el codiciado Premio Extraordinario, marcando el inicio de una exitosa carrera.
A lo largo de su trayectoria, Pilarín Bueno no solo cosechó triunfos individuales, sino que también compartió su talento y experiencia colaborando con diversas agrupaciones, grabando varios discos que se convertirían en referentes del género. Su presencia en la escena folclórica aragonesa se amplió gracias a su participación en numerosos programas de Aragón TV, donde su voz resonó con autenticidad y pasión.
El año 2006 marcó otro hito en su carrera, cuando fundó el grupo Alma Jotera, consolidando su compromiso con la preservación y difusión de la riqueza cultural de la jota aragonesa.
Con la partida de Pilarín Bueno, Aragón pierde a una de sus más grandes embajadoras culturales, pero su legado perdurará en cada acorde y en el corazón de aquellos que han tenido el privilegio de disfrutar de su arte.