En la última sesión del juicio contra Andrés Gilgado por el asesinato a golpes de un hombre en un bar en Calatayud, los forenses han rechazado la versión del acusado de no recordar nada. Según los expertos, tras consumir alcohol y cocaína durante varios días, Gilgado habría cometido el crimen el 13 de agosto de 2022. Posteriormente, dos días más tarde, confesó el crimen después de haber salido del local en varias ocasiones, cambiarse de ropa en casa de su exnovia y robar 1.300 euros de varios cajeros en Calatayud.
Los forenses consideran que estas acciones son incompatibles con la falta de memoria alegada por el acusado en el juicio. Además, han desestimado la idea de que el consumo de cocaína haya condicionado o mermado la voluntad de Gilgado, señalando que la cocaína es una droga estimulante y no alucinógena.
La autopsia reveló que la víctima recibió más de 30 golpes con un extintor que pesaba más de ocho kilos, muchos de ellos mientras aún estaba vivo. Ante estas pruebas, la defensa del acusado ha modificado su petición inicial de absolución y ha reconocido un delito de asesinato, solicitando 15 años de cárcel por los atenuantes de confesión y consumo de drogas.
Las acusaciones, por su parte, solicitan un veredicto de asesinato con ensañamiento y alevosía. La fiscalía pide una condena de 28 años, mientras que la acusación particular solicita 30 años de prisión para Andrés Gilgado.