Una madre de Zaragoza, Tatiana Diguele Núñez, ha sido enviada a prisión sin fianza como presunta autora del asesinato de su hijo de 8 meses. Diguele confesó el crimen a la policía después de su detención, admitiendo que asfixió al bebé porque no paraba de llorar y se le fue de las manos. Inicialmente, había dado una versión falsa sobre el paradero del niño, pero acabó confesando y llevando a la policía al lugar donde había dejado el cuerpo.
Los hechos ocurrieron entre la noche del viernes 23 de febrero y la madrugada del sábado. Diguele intentó calmar al bebé mientras lloraba, pero acabó sofocándolo accidentalmente. En lugar de buscar ayuda, decidió pasear con el cadáver por las calles de Zaragoza durante toda la noche, hasta que finalmente lo dejó entre unos arbustos.
Trató de inventar una coartada llamando a la policía y denunciando un secuestro, pero sus afirmaciones no coincidían con la realidad y fue detenida. Durante su comparecencia ante el juez, admitió los hechos pero afirmó que no tenía intención de matar al niño y que sufrió un colapso mental.
Tatiana Diguele, que es adicta a las drogas y está embarazada nuevamente, fue enviada a prisión sin fianza. Aunque no respondió a la Fiscalía, su confesión y la investigación policial fueron suficientes para acusarla de asesinato. Los informes forenses confirmaron que el niño murió por asfixia, y aunque aún se están esperando algunos resultados adicionales, el cuerpo ya fue entregado a la familia para su sepultura.