En la víspera de cuatro días festivos, donde la tradición religiosa y la devoción ocupan un lugar central, las cofradías han retomado su presencia en las calles de Zaragoza. Sin embargo, en contraste con la actividad fervorosa de la capital aragonesa, la lluvia ha impuesto su autoridad en Huesca y Teruel, forzando la suspensión de las procesiones.
En Huesca, la procesión de la Enclavación, programada para partir a las 20:30 desde la iglesia de Santiago, ha debido ser cancelada. Los cofrades, con la incertidumbre en el horizonte, aguardan noticias sobre el destino de la procesión del Nazareno, prevista para más tarde en el Miércoles Santo, aunque las señales indican que probablemente pueda realizarse.
Mientras tanto, en Teruel, la lluvia también ha frustrado los planes de procesión de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro y Cristo del Amor, programada para las 20:15. En lugar de ello, se ha llevado a cabo el Vía Crucis en la iglesia de San Andrés.
Por otro lado, en Zaragoza, la procesión de las Negaciones ha partido desde el pintoresco barrio de Miralbueno hacia el corazón de la ciudad. Esta cofradía, una de las más jóvenes en la capital aragonesa, con apenas cinco años de antigüedad desde su fundación en 2017, cuenta con 150 cofrades, de los cuales 50 forman parte de la sección de instrumentos.
El recorrido, encabezado por el paso principal que representa las negaciones de San Pedro, seguido por el Cristo de la Acogida, está previsto que dure más de cuatro horas, culminando en la iglesia de Santa Isabel tras recorrer las calles del centro de la ciudad.