A las 2:00 de la madrugada hay que adelantar el reloj una hora


El cambio al horario de verano está a la vuelta de la esquina, marcando un ajuste en plena Semana Santa. A partir de las 2:00 de la madrugada, deberemos adelantar nuestros relojes una hora, convirtiendo esa hora en las 3:00. Este cambio, aunque nos restará una hora de sueño, nos proporcionará más luz natural durante las tardes. El propósito detrás de esta modificación horaria es aprovechar al máximo la luz del día y contribuir al ahorro energético. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), este ajuste podría representar hasta un 5% de ahorro en consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros. Sin embargo, este cambio también puede afectar el ritmo circadiano, especialmente en los más jóvenes.El horario actual, establecido durante la Primera Guerra Mundial y ampliamente adoptado durante la crisis energética de la década de 1970, busca optimizar la luz solar para reducir la dependencia de la electricidad. A pesar de ser una práctica común en muchos países, el cambio horario ha sido objeto de debate y estudio debido a sus efectos en la salud, la economía y el ahorro energético real.¿Podría estar llegando a su fin esta tradición de cambios horarios en verano e invierno? Es una pregunta que se plantea cada vez que ajustamos nuestros relojes. En los últimos años, ha habido discusiones a nivel nacional y europeo sobre la posibilidad de eliminar este cambio y mantener un horario fijo durante todo el año. Sin embargo, hasta la fecha, el cambio de hora sigue siendo vigente en España y en la mayoría de los países que lo adoptan, a la espera de una decisión que podría alterar o eliminar esta medida.Lo que sí está claro es que, por ahora, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado el posible último cambio de hora en España para el domingo 25 de octubre de 2026. Estos cambios están sujetos a la propuesta de la Comisión Europea, que, de ser aprobada, podría eliminar este calendario.Los expertos coinciden en que estos cambios de hora pueden afectar el ritmo biológico de las personas, siendo los más pequeños los más afectados. Los bebés, en particular, pueden experimentar dificultades para conciliar el sueño debido a estos ajustes. Según Patricia Fernández, neuropsicóloga especializada en sueño infantil, el cambio horario del verano requiere una atención especial en las siestas de los bebés para garantizar que duerman las 14 horas recomendadas. Es fundamental que los padres mantengan las rutinas y hábitos diarios de sueño de los niños para mitigar los efectos de estos cambios en su bienestar y desarrollo.

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