Siete de los mataderos autorizados en Aragón han sido certificados como ecológicos debido a su compromiso con la producción de alimentos utilizando recursos naturales, lo que no solo garantiza la seguridad alimentaria del consumidor, sino que también respeta el medio ambiente. Estos mataderos procesan carne de cerdo, vacuno (ternera), pollo, caprino y ovino (cordero), contribuyendo así a la diversidad de productos ecológicos disponibles en la región. En total, Aragón cuenta con 45 mataderos autorizados, distribuidos en Huesca, Teruel y Zaragoza.
Aunque el sacrificio en mataderos ecológicos actualmente representa solo el 1% del total, el número de ganaderos ecológicos ha experimentado un aumento del 28% en el último año, acercándose a los 100. Un ejemplo destacado es el de Luis Lascorz, un ganadero ecológico cuyas vacas son sacrificadas en un matadero ecológico en Ainsa. Este matadero se destaca por trabajar con ganaderos locales que crían y alimentan a sus animales de manera natural, cumpliendo con estrictos protocolos de limpieza y trazabilidad.
Además de promover la sostenibilidad, estos mataderos fomentan los productos de kilómetro cero y apoyan la economía local al reducir al mínimo el transporte de la carne, vendiéndola en la misma localidad. Asimismo, se destaca la gestión ambientalmente responsable de los restos de carne no consumida, que son aprovechados por aves carroñeras salvajes, incluidas especies amenazadas como el quebrantahuesos y el alimoche. La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos gestiona un muladar donde se depositan estos restos, contribuyendo así a la preservación de estas especies y cerrando el ciclo sostenible en la cadena alimentaria.