La región de Oriente Próximo está al borde de un conflicto potencialmente explosivo, ya que Estados Unidos ha alertado sobre la posibilidad de un inminente enfrentamiento entre Irán e Israel. Las señales de un posible ataque iraní contra Israel han llevado a Washington a poner en alerta a todas sus tropas desplegadas en la zona.
Las advertencias llegan después de que Estados Unidos reiterara su compromiso con la seguridad de Israel frente a las amenazas percibidas de Irán. Sin embargo, también se observa un llamado por parte de la administración estadounidense a la moderación y al respeto del derecho humanitario, instando a Israel a considerar cuidadosamente sus acciones en la región.
El presidente Joe Biden ha subrayado el firme apoyo de Estados Unidos a Israel en caso de enfrentamiento con Irán. En declaraciones recientes, afirmó que harían todo lo posible para proteger la seguridad del Estado judío. Estas declaraciones se producen en medio de una escalada de tensiones después de un presunto ataque israelí contra el consulado iraní en Damasco, que resultó en la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria iraní.
Irán, por su parte, ha prometido represalias por el ataque en Damasco, con su líder supremo, Ali Jamenei, declarando que el «malvado régimen» será castigado por sus acciones. La retórica beligerante de ambas partes ha elevado la preocupación internacional sobre una posible escalada del conflicto en la región.