Alexandr Kulinich, un hombre bielorruso de 51 años, ha fallecido en la prisión preventiva del penal número 7 de la ciudad de Brest, cerca de la frontera con Polonia. La causa de su muerte, según los informes, fue una insuficiencia coronaria. Kulinich estaba esperando su juicio, el cual estaba programado para dentro de unos días. Fue detenido a finales de febrero después de insultar al presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, quien lleva tres décadas en el poder. La detención se amparó en el artículo 368 del código penal bielorruso.
Esta trágica muerte no es un caso aislado entre los opositores de Lukashenko. La organización de derechos humanos ‘Viasná’ ha denunciado que seis bielorrusos han fallecido en los últimos dos años tras enfrentarse al régimen. Sin embargo, esta cifra podría ser aún mayor, ya que muchos presos políticos se encuentran incomunicados y se desconoce su situación.
Entre los casos más destacados se encuentra el del periodista Ígor Lednik, quien falleció en prisión el pasado febrero después de ser condenado por calumniar a Lukashenko. También está el líder de ‘Viasná’, Ales Bialiatski, sentenciado a 10 años, y el caso más conocido, el del líder opositor ruso Alexéi Navalni, quien murió en febrero en la prisión ártica de Jarp.
La muerte de Navalni causó conmoción a nivel internacional, y líderes mundiales pidieron explicaciones al Kremlin. La esposa de Navalni, Yulia Navalnaya, expresó sus dudas sobre las causas de la muerte de su marido, señalando la constante falta de transparencia del gobierno ruso.