En su comparecencia ante la comisión del Senado que investiga la compra de material sanitario durante la pandemia, Koldo García, presunto cabecilla de la trama de las mascarillas, optó por no responder a las preguntas de los senadores. Aunque negó ser inlocalizable, García se negó a declarar sobre el caso y se amparó en su derecho.
El exasesor del Ministerio de Transportes, primer compareciente en la comisión, evitó contestar a las preguntas, asegurando que dará respuestas en los tribunales y no en sede parlamentaria. A pesar de su negativa, García afirmó tener la conciencia tranquila y lamentó sentirse «muerto» mediáticamente.
A lo largo de la sesión, García mostró su frustración y descontento, reflejado en expresiones rotundas y gestos de asombro. Aunque guardó silencio en su mayoría, respondió afirmativamente sobre su posible militancia en el PSOE y expresó su deseo de regresar en el futuro.
La comisión del Senado se llevó a cabo en una sala alejada de la Cámara, donde García se vio rodeado de periodistas y cámaras. Su intervención estuvo marcada por la negativa a declarar y por momentos de tensión con algunos senadores, destacando su último intercambio con el portavoz del PP.
Tras la sesión, García abandonó el lugar rodeado de atención mediática, reflejando el interés y la controversia que rodea su figura en el contexto de la investigación sobre la compra de material sanitario durante la pandemia.