Cuatro hombres, de entre 38 y 23 años, que fueron detenidos en enero acusados de secuestrar a un individuo en Zaragoza y llevarlo hacia Francia, han sido puestos en libertad provisional. El arresto se realizó en Bellpuig (Lérida) por los Mossos d’Esquadra, con la ayuda crucial de un familiar del presunto rehén que siguió el vehículo en el que se encontraban.
El familiar alertó a los Mossos d’Esquadra después de que testigos informaran que habían metido a su pariente a la fuerza en un automóvil. Este familiar, sospechando la identidad de los secuestradores y su destino, se puso en marcha hacia Barcelona. Durante el trayecto, llamó a uno de los sospechosos y escuchó a su familiar gritar que lo llevaban a Francia por la fuerza. Finalmente, logró identificar al secuestrado en un vehículo que salía de una estación de servicio, rodeado por dos hombres.
Los acusados, residentes en Francia, alegaron ante el Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza que no retuvieron al denunciante y que lo llevaron a la capital aragonesa para que asistiera al cumpleaños de uno de ellos y solucionara una deuda con la madre de este. Sin embargo, el denunciante sostiene que la intención de los acusados era hacerle daño o incluso matarlo, y que la deuda en cuestión corresponde a los gastos realizados para facilitarle documentación y trabajo en España, que finalmente no se materializaron.
La juez ha establecido que existen indicios delictivos suficientes contra los acusados, pero considera que la medida de prisión preventiva puede ser sustituida ahora que la instrucción ha concluido. Además, ha impuesto medidas cautelares, como la prohibición de acercarse al denunciante o comunicarse con él.
Este caso destaca por su complejidad y las diferentes versiones presentadas por las partes involucradas, lo que muestra la importancia de una investigación exhaustiva para determinar la verdad detrás de los hechos.