La decisión del gobierno ucraniano de suspender la atención en los consulados a ciudadanos que hayan salido de su país en edad militar ha generado inquietud y preocupación entre los ucranianos residentes en España. El consulado ucraniano en Barcelona ha dejado de prestar servicio a varones en edad militar, lo que ha aumentado la incertidumbre entre la comunidad ucraniana en España.
Desde la asociación ‘Ucrania une corazones’ expresan su temor, señalando que «nadie quiere morir». Mientras que algunos entienden la necesidad de Ucrania de nuevos reclutas, otros, como Andry Klymenko, residente en España desde hace décadas, no se ven regresando a un país donde ya no tienen ni casa.
El cierre del consulado también plantea preocupaciones sobre la complicación de trámites consulares y legales para los ucranianos en España, afectando temas como pasaportes, antecedentes penales y certificados de nacimiento.
En España residen aproximadamente 293.000 ucranianos, de los cuales casi 200.000 son refugiados con protección temporal. La medida del gobierno ucraniano busca concienciar sobre la urgente necesidad de relevo para los soldados que llevan más de dos años en las trincheras.