Un camarero de un pub en el barrio de las Delicias en Zaragoza, A. H. R., ha sido condenado a siete meses de prisión por mantener 102 pastillas de sildenafil, similar a la viagra, en una caja de tequila dentro del establecimiento para su venta ilegal. La Audiencia Provincial de Zaragoza rebajó la sentencia inicial de tres años de prisión, al no encontrarse evidencia de que el tráfico ilegal ocurriera dentro del local.
El descubrimiento de las pastillas fue casual, cuando agentes de la Policía Nacional que realizaban funciones de seguridad ciudadana encontraron el medicamento junto a 200 euros debajo de la barra del pub en mayo de hace dos años. A. H. R., quien trabajaba como camarero y encargado del establecimiento, argumentó que las pastillas eran para su uso personal debido a problemas de disfunción eréctil, respaldando su declaración con un certificado médico de República Dominicana.
Sin embargo, la Audiencia Provincial no consideró suficientemente probado que las pastillas estuvieran destinadas al tratamiento personal del acusado, especialmente dado que no mencionó sus problemas de erección en su detención ni ante el juez de instrucción. Además, no pudo proporcionar detalles sobre la adquisición del medicamento en línea.
Aunque se determinó que las pastillas estaban destinadas para la venta ilegal debido a la cantidad y la forma en que estaban guardadas, la Audiencia Provincial no pudo confirmar que el tráfico ilegal ocurriera dentro del pub. Por lo tanto, la pena fue moderada y se descartó la aplicación de un subtipo agravado del delito, ya que no se demostró que el ilícito se llevara a cabo dentro de un establecimiento abierto al público.
Este caso destaca la importancia de la evidencia en la determinación de las sentencias judiciales y resalta los desafíos de probar la intención del acusado en casos de tráfico ilegal de medicamentos.