En un emotivo acto celebrado en la Base San Jorge de Zaragoza, más de 600 militares se despidieron antes de partir hacia el Líbano, en medio del conflicto en Gaza. Estos soldados se embarcarán en una misión de seis meses para mantener la estabilidad en la ‘línea azul’, la frontera entre el Líbano e Israel, en un momento de máxima tensión en la región, bajo el auspicio de la Organización de las Naciones Unidas.
El contexto en el que se desenvolverá su tarea está marcado por la incertidumbre y el riesgo creciente de una escalada de violencia. Sin embargo, los militares, en su mayoría pertenecientes a la Brigada Aragón, encaran esta misión con la confianza y seguridad de haber recibido una preparación específica durante los últimos seis meses.
Guillermo García, jefe de la Brigada Aragón, reconoce que la situación en el sur del Líbano ha evolucionado desde sus despliegues anteriores. No obstante, en el acto de despedida, García resaltó que esta es la séptima vez que la misión se lleva a cabo en zonas de operaciones, lo que les otorga una valiosa experiencia para comprender la situación. Con determinación, afirmó: «Estamos bien preparados, muy seleccionados, con un personal excelente y estamos seguros de que nada nos va a sorprender».