La tensión en Israel continúa en aumento a medida que se prolonga el cautiverio de más de cien rehenes, que llevan más de doscientos días en manos del grupo islamista Hamás. Anoche, la sociedad israelí recibió con conmoción una prueba de vida de dos de los rehenes, lo que reavivó las demandas de acción por parte del gobierno para asegurar su liberación.
Se informa que Israel estaría dispuesto a detener la ofensiva sobre Rafah, en la Franja de Gaza, a cambio de la liberación de los rehenes. Esta medida podría representar un cambio en la estrategia israelí para resolver la crisis, que ha generado una creciente indignación entre la población y presiones internacionales.
Las manifestaciones en Tel-Aviv y otras ciudades israelíes continúan, con miles de personas expresando su ira contra el gobierno de Benjamín Netanyahu por lo que perciben como inacción en la gestión de la crisis de los rehenes. La difusión de un video que muestra a dos de los secuestrados ha avivado aún más los ánimos, generando un llamado urgente a la acción.
Por otro lado, la presión sobre Netanyahu también se intensifica a nivel internacional, con el temor de posibles acciones legales por parte de la Corte Penal Internacional de la Haya debido a presuntos crímenes de guerra. Mientras tanto, la situación humanitaria en Gaza sigue siendo crítica, con escasez de alimentos y la construcción de infraestructuras de ayuda humanitaria enfrentando obstáculos técnicos y diplomáticos.
En medio de este panorama, las negociaciones para un alto el fuego y la liberación de los rehenes enfrentan dificultades, con Qatar denunciando sabotajes por parte de ambas partes. Hamás exige garantías de retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y un alto el fuego antes de continuar las conversaciones sobre la liberación de más rehenes.