En un trágico giro de los acontecimientos, la Audiencia de Zaragoza ha dictaminado una sentencia de dos años de prisión para el conductor y propietario del ‘buggy’ responsable del devastador incendio que asoló la sierra de Alcubierre en 2019. Este incidente desgarrador, que consumió alrededor de 900 hectáreas de terreno, dejó una cicatriz indeleble en el paisaje natural.
La corte determinó que la falta de precaución y la negligencia grave del conductor, quien carecía de autorización para circular por la zona en un día marcado por una alerta roja de altas temperaturas, fueron las causas principales de esta tragedia. Además de la sentencia de prisión, se le impuso una multa significativa, recordando así el alto costo de sus acciones.
Como parte de las repercusiones legales, el acusado también enfrenta la responsabilidad financiera de indemnizar a los ayuntamientos de Leciñena y Perdiguera con más de 1,3 millones de euros, junto con la compañía aseguradora. Por otro lado, el copiloto del vehículo fue absuelto de los cargos.
El juicio arrojó luz sobre el origen del fuego, revelando que una fuga en un depósito adicional de gasolina, agregado al ‘buggy’ para propósitos de entrenamiento en rally, fue el desencadenante del desastre. Los investigadores de la Guardia Civil afirmaron que el vehículo, modificado de manera peligrosa, nunca debería haber estado en la carretera, destacando las graves deficiencias en su seguridad y diseño.
Este doloroso episodio sirve como un recordatorio desgarrador de los peligros de la imprudencia y la falta de precaución en entornos naturales sensibles. La sentencia, aunque necesaria, no borra el daño causado ni alivia el sufrimiento de quienes perdieron sus hogares y su medio ambiente en aquel fatídico día.