El presidente ruso, Vladímir Putin, ha ordenado la realización de maniobras militares que incluirán prácticas con armas nucleares en respuesta a lo que él describe como amenazas provenientes de Francia y el Reino Unido. Estos dos países han mencionado la posibilidad de desplegar tropas en Ucrania, lo que ha generado preocupación en Moscú.
Las autoridades rusas han anunciado los preparativos para estas maniobras, que abarcarán prácticas sobre el uso de «armas nucleares no estratégicas», como respuesta a lo que describen como «declaraciones provocativas y amenazantes» de funcionarios occidentales. El objetivo es aumentar la preparación de las fuerzas nucleares no estratégicas para misiones de combate.
El Ministerio de Defensa ruso ha destacado que «se han iniciado los preparativos para celebrar estas maniobras en el futuro próximo con unidades de misiles del Distrito Militar Sur, con la participación de la aviación y fuerzas de la Armada». Se llevarán a cabo actividades para practicar los preparativos y el uso de armas nucleares no estratégicas, con el fin de mantener la preparación del personal y el equipamiento para garantizar la integridad territorial y la soberanía de Rusia.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha explicado que estos ejercicios son una respuesta a las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, y de representantes británicos, como el ministro de Asuntos Exteriores, David Cameron, sobre la posibilidad de enviar tropas a Ucrania.
La reacción de Rusia ha llevado a la convocatoria de los embajadores de Francia y el Reino Unido en Moscú. El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvedev, ha advertido que el envío de tropas occidentales a Ucrania significaría una entrada directa en la guerra, con consecuencias catastróficas a nivel mundial.
Por su parte, las autoridades ucranianas han calificado el anuncio de «chantaje habitual» por parte de Rusia, minimizando su importancia y señalando que las advertencias sobre el uso de armas nucleares son prácticas comunes.