Mariana, que hubiera cumplido 41 años en noviembre, fue víctima de José Miguel O. C., un hombre con un historial delictivo que vivía como okupa en el barrio del Gancho. El cuerpo de Mariana fue encontrado en la calle, junto a un edificio abandonado en el que residía el agresor, tras precipitarse desde la segunda planta. Sin embargo, evidencias de sangre en el lugar sugieren una acción previa de violencia.
La investigación reveló que Mariana, nacida en Sofía, Bulgaria, había quedado huérfana siendo muy joven y fue criada por un tío. Tuvo un hijo a temprana edad, pero al mudarse a España hace dos décadas, su hijo quedó bajo el cuidado de la familia paterna. Su vida en España estuvo marcada por relaciones complicadas y problemas de adicción, lo que la llevó a situaciones de vulnerabilidad.
El último domicilio conocido de Mariana fue en Huesca, donde también estudió y recibió ayuda de organizaciones como Cruz Blanca Aragón. Sin embargo, hace aproximadamente un año, se trasladó a Zaragoza, donde conoció a su última pareja. La víctima luchaba contra graves problemas de adicción y problemas de salud.
Tras este trágico suceso, será su familia en Bulgaria quien tome decisiones sobre su cadáver, ya que no se tienen registros de familiares directos en España. La vida de Mariana, marcada por la adversidad y la lucha, llegó a un fin prematuro y violento que ha conmovido a la comunidad.