La noticia llega como un rayo de esperanza para quienes viven con la enfermedad de Parkinson. Dos nuevas estrategias utilizando la estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés) podrían mejorar significativamente los síntomas de esta enfermedad debilitante, según investigadores de la Universidad de Duke.
La DBS ha sido utilizada por médicos durante las últimas dos décadas para tratar los síntomas avanzados del Parkinson, como temblores, rigidez y movimientos involuntarios. Esta técnica implica la inserción de electrodos en áreas específicas del cerebro, actuando de manera similar a un marcapasos cardíaco al administrar pulsos eléctricos que ayudan a calmar los síntomas.
Los investigadores dirigieron su atención a dos áreas clave del cerebro asociadas con el movimiento: el núcleo subtalámico y el globo pálido. Sin embargo, en lugar de dirigirse a estas áreas por separado, optaron por una estrategia combinada, además de incorporar una técnica llamada «DBS adaptativa».
La DBS adaptativa implica un ajuste continuo de los pulsos eléctricos en respuesta a la actividad cerebral del paciente y otros biomarcadores, lo que podría ofrecer resultados aún mejores que la DBS tradicional.
El equipo de Duke probó estas estrategias en seis pacientes con Parkinson, observando mejoras significativas en los síntomas motores cuando se dirigían a ambas áreas del cerebro simultáneamente. Además, encontraron que la DBS adaptativa aplicaba menos estimulación pero era igualmente efectiva que la DBS tradicional.
Estos emocionantes resultados han llevado al equipo de investigación a planificar la próxima etapa de los ensayos clínicos para la DBS adaptativa. Con la esperanza de que estos avances eventualmente brinden alivio a más personas que viven con Parkinson, la investigación continúa avanzando hacia un futuro más prometedor.