La tensión se intensifica en Eurovisión con protestas y preocupaciones por la seguridad debido a la participación de Israel en el festival. En la ciudad sueca de Malmö, donde se celebra el evento, las protestas contra la presencia de Israel se multiplican, elevando la alerta máxima y generando un clima de tensión. La representante israelí ha enfrentado abucheos y cánticos pro Palestina durante los ensayos, aunque la emisión oficial ha omitido estos incidentes sustituyéndolos por aplausos.
El Gobierno de Israel ha enviado a su jefe de seguridad nacional para proteger a su delegación ante posibles ataques, mientras la ciudad se encuentra blindada con una presencia policial reforzada y francotiradores en el recinto. La preocupación por la seguridad ha llevado incluso al jefe de seguridad interna de Israel a visitar Malmö antes del evento, instando a extremar las precauciones.
La controversia se intensifica con gestos como el del cantante sueco Eric Saade, quien apareció en el escenario con un pañuelo palestino, provocando la retirada de su actuación de los canales oficiales y generando acusaciones de racismo por parte del cantante. La situación sigue siendo tensa a pocos días de la final del festival, con el grado de amenaza en Malmö elevado de nivel 2 a nivel 3.