El Gobierno municipal de Zaragoza ha dado luz verde al anteproyecto de la nueva ordenanza de movilidad, introduciendo cambios significativos respecto a la propuesta inicial. Uno de los aspectos más destacados es la autorización para estacionar motocicletas en la acera, una medida que inicialmente se rechazaba pero que finalmente ha sido incluida. Esta modificación, sugerida originalmente por Vox, también ha conllevado la eliminación de las referencias a la Agenda 2030 en el texto normativo.
La consejera de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, ha explicado que, si bien no se hacen menciones explícitas a la Agenda 2030, el objetivo de la ciudad sigue siendo alcanzar la neutralidad climática para el año 2030, y esto se refleja en la ordenanza.
El cambio más significativo en la nueva ordenanza es la posibilidad de estacionar motocicletas en la acera en circunstancias específicas. Según el nuevo texto, esto está permitido cuando no esté expresamente prohibido, no existan espacios designados en la calzada o la acera, y cuando la acera tenga más de tres metros de ancho de paso libre. En estos casos, se permitirá el estacionamiento paralelo a la acera a una distancia de 50 cm del extremo lateral de la misma.
Además, se mantiene la obligatoriedad del uso de casco para usuarios de patinetes eléctricos, se establece los 16 años como la edad mínima para conducirlos, y se impone el uso de casco para todos los menores de edad en bicicleta. También se exige un seguro de responsabilidad civil obligatorio tanto para bicicletas como para patinetes.
El proyecto piloto del ‘carril multiuso’ para bus, taxi y motos será implementado en una calle de la ciudad para evaluar su efectividad.
En resumen, la nueva ordenanza de movilidad busca consolidar criterios de seguridad vial y sostenibilidad, abriendo la puerta a alternativas innovadoras en el uso de la infraestructura urbana y tecnologías de vigilancia. Este anteproyecto seguirá su proceso administrativo y estará expuesto a consulta pública durante 30 días naturales antes de su aprobación final en el Pleno municipal en julio.