Un nuevo estudio sugiere que tomar una dosis diaria de aspirina podría prevenir o retrasar la progresión del cáncer colorrectal, el tercer tipo de cáncer más frecuente y la segunda causa de muerte por cáncer a nivel mundial. La investigación, publicada en la revista Cancer, relaciona el consumo diario de aspirina con una menor tasa de metástasis en los ganglios linfáticos y una respuesta inmunitaria más robusta frente a los tumores colorrectales.
El cáncer colorrectal afecta al intestino grueso y al recto y es una preocupación creciente en todo el mundo. En 2020, se diagnosticaron 1,9 millones de nuevos casos a nivel global, y en Estados Unidos, la incidencia de este cáncer en menores de 50 años ha aumentado desde la década de 1990. En España, el cáncer de colon es el más frecuente después del de mama y pulmón, con una proyección de 44,300 diagnósticos para 2024, según la Organización Mundial de la Salud.
El estudio destaca que los pacientes con cáncer colorrectal que tomaban aspirina diariamente mostraban una mejor respuesta del sistema inmunitario, lo que sugiere que la aspirina podría estar potenciando la capacidad del organismo para detectar y eliminar células cancerosas. «Es un efecto bastante inesperado», afirma Marco Scarpa, investigador de la Universidad de Padua y coautor del estudio. Scarpa señala que, aunque la aspirina se usa principalmente como antiinflamatorio, parece que también puede estimular la vigilancia inmunitaria, ayudando así a prevenir o retrasar la progresión del cáncer colorrectal.
El sistema inmunitario juega un papel crucial en la detección y eliminación de células cancerosas, explica Cindy Kin, cirujana de la Universidad de Stanford especializada en cirugía de colon y recto. La aspirina podría estar ayudando al sistema inmunitario a identificar y atacar estas células de manera más eficaz, lo que ofrece una nueva perspectiva sobre su uso en la prevención del cáncer colorrectal.