En 2017, un equipo de científicos en Suiza llevó a cabo un experimento en el que colocaron ruedas en las patas de las cucarachas para estudiar cómo podrían ser utilizadas en operaciones de búsqueda y rescate en situaciones de desastre. Estos insectos fueron elegidos debido a su resistencia y capacidad para moverse a través de espacios estrechos.
Los investigadores utilizaron cucarachas vivas y les adjuntaron pequeñas ruedas de tres patas a sus patas traseras. Luego, utilizaron un control remoto para dirigir a las cucarachas «ciborg» hacia áreas específicas. La idea detrás de este experimento era explorar la posibilidad de utilizar cucarachas modificadas en el futuro para buscar sobrevivientes en zonas de desastre, como edificios colapsados.
Si bien este experimento fue un enfoque interesante en la convergencia entre la biología y la tecnología, también generó debates éticos sobre el uso de insectos vivos en investigaciones y sobre la necesidad de garantizar el bienestar de los animales utilizados en experimentos científicos.