El Museo de Zaragoza exhibe la belleza de los kimonos y ahonda en su significado en una nueva exposición

Pedro Olloqui, Laura Asín, Corine Dechelette, Anita Henry e Isidro Aguilera en la inauguración de la exposición ‘Kimono. Piel de seda’

Niños jugando bajo los pétalos del cerezo, un mar embravecido, grullas alzando el vuelo, príncipes y damas del Japón medieval o antiguos mitos y leyendas. Estos y otros muchos motivos llenan de belleza y significado los kimonos que se muestran en el Museo de Zaragoza desde este viernes, 22 de septiembre, en la nueva exposición ‘Kimono. Piel de seda’.

El director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui, el director del Museo de Zaragoza, Isidro Aguilera, la facultativa técnica del Museo, María Bayón, y la propietaria de los kimonos que se exhiben, Ana Henry, han presentado esta nueva exposición que podrá visitarse hasta noviembre.

Para mostrar la esencia de esta prenda tradicional, los kimonos de la colección Anita Henry dialogan en esta exposición con estampas de las colecciones Pasamar-Onila, Miguel Ángel Gutiérrez y la del profesor David Almazán, así como origamis de Corine Dechelette y objetos lacados de la colección Federico Torralba (Museo de Zaragoza).

El director general de Cultura ha destacado la “espectacular” línea de actuación del Museo de Zaragoza con respecto al arte oriental, algo que convierte al museo “en un hecho diferencial dentro de la red de museos aragoneses y muy relevante en la red española”. Las actividades relacionadas con el arte oriental son siempre “muy queridas” y logran “un enorme éxito de público”, ha dicho, para felicitar por su programación a la jefa de servicio de museos, Laura Asín, y al equipo del Museo de Zaragoza.

Olloqui ha observado, además, que esta inauguración “tiene un punto de nostalgia”, porque ‘Kimono. Piel de seda’ será la última exposición que se celebrará en las instalaciones antes de su cierre temporal el próximo 2 de noviembre para acometer las obras de remodelación de la cubierta, unos trabajos “que dotarán de más vitalidad a una institución tan querida por los aragoneses”.

Por su parte, el director del Museo de Zaragoza ha recordado que los kimonos son una parte muy importante de la tradición japonesa. En esta muestra se presentan únicamente kimonos femeninos, acompañados por estampas japonesas de la colección del museo que enseñan también los kimonos “en su ambiente real, en la ceremonia del té, las bodas, los paseos”. “Ha quedado una exposición muy completa y original”, ha valorado.

QUINCE PIEZAS

Entre las quince piezas hay llamativos furisode, kimonos de manga larga vestidos por mujeres solteras, suntuosos uchikake nupciales y una chaqueta haori infantil. Varios están decorados con pequeños mon, blasones familiares que otorgan seriedad al traje, y también pueden verse cinturones obi con poéticas decoraciones. Todos ellos están elaborados con distintos tipos de seda y decorados con diversas técnicas de teñido y bordado. Las piezas más antiguas datan de la era Meiji (1868-1912) llegando otras hasta décadas más recientes, algunas de ellas firmadas por artistas contemporáneos.

Anita Henry, coleccionista francesa y conferenciante, es también autora del libro ‘Kimono, sentir las sedosas estaciones’ donde presenta algunas de las prendas que pueden verse en esta exposición, cuyas descripciones evocan la sensación de la seda y su relación con las cuatro estaciones. El libro está coescrito junto a Corinne Dechelette, creadora del concepto pedagógico-artístico PEAUrigami.

Henry presta en esta ocasión parte de su notable colección de kimonos que cuenta con varios cientos de piezas, muchas de las cuales viste a diario y en la práctica de la ceremonia del té. También Dechelette colabora en la muestra con varios de sus kimonos de origami, tendiendo puentes con la exposición del EMOZ titulada ‘El encanto del papel’, que tiene lugar en las mismas fechas en la capital aragonesa.

Las estampas japonesas que conforman la muestra del Museo de Zaragoza hablan del proceso de producción de la seda, presentan costumbristas escenas de costura y constituyen un desfile de esplendorosos kimonos de tinta y papel.

Pedro Olloqui en la inauguración de la exposición este viernes en el Museo de Zaragoza
Pedro Olloqui en la inauguración de la exposición este viernes en el Museo de Zaragoza

COLECCIONES PARTICULARES

Provienen de importantes colecciones particulares del país como la Colección Pasamar-Onila, que el pasado mes de agosto donó casi 300 de sus obras al Gobierno de Aragón. Entre sus estampas expuestas destaca una de la codiciada serie ‘Cien aspectos de la luna’ del maestro Yoshitoshi (1839-1892) y otros importantes nombres del siglo XX como Igawa Sengai o Itō Shinsui.

La Colección Miguel Ángel Gutiérrez está especializada en estampas de teatro tradicional, destacando su alta calidad y gusto exquisito. Muchas de ellas también han hecho crecer los fondos de Asia Oriental del museo en los últimos años. En esta ocasión se podrán ver las ricas vestimentas del teatro noh y los coloridos kimonos de los onnagata, actores de teatro kabuki especializados en representar los papeles femeninos. El profesor David Almazán, gran experto en estampa japonesa distinguido en 2020 por el ministro de Asuntos Exteriores de Japón por su labor investigadora, presta obra del maestro Gekkō (1859-1920) a quien dedica su reciente libro ‘Estampas del Genji Monogatari’.

A todas ellas se unen estampas, libros ilustrados y valiosos objetos lacados de la Colección Federico Torralba, la primera en llegar al Museo de Zaragoza hace más de veinte años, iniciando así la sección de arte de Asia Oriental en esta institución.

La exposición 'Kimono. Piel de seda' podrá visitarse hasta el mes de noviembre
La exposición ‘Kimono. Piel de seda’ podrá visitarse hasta el mes de noviembre

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