El futuro estadio de La Romareda se alza como un ambicioso proyecto que costará 140 millones de euros, y su construcción será gestionada por una sociedad mercantil conformada por tres pilares: el Ayuntamiento de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y el Real Zaragoza.
El compromiso del Ayuntamiento de Zaragoza consiste en la cesión de suelos municipales valorados en 24,5 millones de euros. Además, la administración municipal aportará una financiación de 15,5 millones de euros, distribuidos en los presupuestos de los próximos cuatro años. La alcaldesa, Natalia Chueca, ha destacado que esta fórmula garantizará que, en un plazo de 75 años, tanto el estadio como el derecho de superficie volverán a ser propiedad del Ayuntamiento, asegurando así su carácter público.
El Gobierno de Aragón se suma al proyecto con una inversión de 20 millones de euros. Por su parte, el Real Zaragoza aporta no solo recursos financieros, sino también el anteproyecto para el nuevo estadio, contribuyendo con alrededor de siete millones de euros.
Este acuerdo tripartito se considera fundamental para la viabilidad de la construcción del nuevo estadio de La Romareda. Sin embargo, surgen dudas y reticencias por parte de algunos grupos políticos. Tanto el PSOE como Vox han expresado su respaldo a la idea de un nuevo estadio para Zaragoza, pero han planteado inquietudes sobre la posible deuda que resultaría de la financiación, ya que aproximadamente la mitad del costo total se financiará a través de crédito bancario. La portavoz del PSOE, Lola Ranera, ha señalado sus preocupaciones acerca de cómo se imputará el gasto y la posibilidad de que ocurra una situación similar a la del proyecto del tranvía.
Julio Calvo, portavoz de Vox, ha manifestado su deseo de evitar sobrecostes en el proyecto, destacando que la posibilidad de que ocurran no es en absoluto improbable durante la ejecución de las obras.
Por otro lado, Zaragoza en Común se ha distanciado del proyecto, manteniendo su apoyo a la reforma del estadio actual, argumentando que la ciudad tiene otras prioridades y que la inversión en un nuevo estadio para albergar cuatro partidos de un Mundial no representa una ganancia significativa para la ciudadanía. Elena Tomás, portavoz del grupo, ha expresado esta perspectiva.
El Ayuntamiento de Zaragoza tiene un plazo de cuatro días para remitir toda la documentación necesaria a la Federación de Fútbol, con el objetivo de que la nueva Romareda esté en funcionamiento para la temporada 2028/2029. La construcción del estadio marca un paso crucial en la evolución de la ciudad y sus instalaciones deportivas.